Barcelona está viva, y se ha instalado en ella para quedarse la pasión por la coctelería. Un ejemplo de ello es la apertura el pasado mes de abril del Solange Cocktails & Luxury Spirits, donde antiguamente estaba ubicado el mítico Harry´s, dirigido por el coctelero Joaquim Ayoro, y a solo tres manzanas del Tándem Cocktail Bar; en el corazón del Ensanche y en pleno eje de la ruta barcelonesa del cóctel. El actual nombre del local, Solange, proviene de Solange Dimitrios, la chica Bond de la película Casino Royale, homenajeando así a una de las sagas del cine que más ha hecho por divulgar desde el séptimo arte el mundo del cóctel.
Detrás de este apasionante proyecto, tres hermanos, Alfredo, Xavier y Raúl Pernía, tres ‘bartenders’ que han crecido familiarizados con la coctelería, gracias al buen paladar y al gusto por estas creaciones de su padre, un cliente habitual del histórico local Boadas Cocktails, donde acudían en su compañía de pequeños. Una historia la de estos niños que parece fraguarse a temprana edad. Así lo recuerda Alfredo “mi padre me llevó a Boadas con 8 ó 9 años, junto a mi hermano Xavier porque Raúl todavía era muy pequeño. Para mí era impresionante que mi padre me llevase a un sitio así. Recuerdo que íbamos los domingos después de misa, y yo iba vestido con traje porque cantaba en el coro de la catedral, y la jefa del local, Maria Dolors Boadas, nos ponía berberechos y pececitos, y nos dejaba jugar con la coctelera. Parecía un barman de juguete”.
Cabe mencionar que, esta pasión por este mundillo no sólo la ha heredado Alfredo por influencia de su padre, sino también por parte de su madre, familia en la cual todos proceden del sector de la Hostelería. Su abuelo montó un bar cuando se trasladó a Barcelona, y desde pequeño Alfredo “merodeaba por la cocina y servía a alguna mesa”, cuenta el barman.
Con esta genética y esta predisposición, era imposible que Alfredo no sintiese curiosidad y tuviese cualidades para convertirse en un experto ‘bartender’ y hacer realidad sus sueños. “Yo he montado un bar, junto a mis hermanos en el que me gustaría quedarme a dormir. Quiero que la gente esté cómoda y yo pueda trabajar con mis herramientas”, asegura Alfredo.

 

 

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