El sector ha mantenido cierta estabilidad en las ventas en el último año 2019 y un incremento durante el confinamiento con una decidida apuesta por las bebidas sin azúcar y apostando por sabores más diferentes

La gente quiere que sus bebidas sean sanas y con mucho sabor. Da igual que tengan más o menos burbujas pero las calorías o las azúcares no las quieren ni ver, ni beber, cada vez que se abren una lata. Por eso, el sector de productores de refrescos ha apostado por lanzar al mercado nuevas variedades ‘lights’ que abren el abanico de los consumidores con muchas más versiones cada vez menos calóricas.

Según el informe de la Asociación de Bebidas Refrescantes, Anfabra, el sector mantuvo en su último ejercicio, en el año 2019, una estabilidad en las ventas, gracias al consumo fuera del hogar, las altas temperaturas y el turismo, aunque siguiendo la tendencia de consumo más marcada en estos meses, las empresas del sector han apostado “por la innovación para adaptarse a los consumidores y el crecimiento de los refrescos sin azúcar y sin calorías”.

Además, durante el confinamiento, los refrescos han sido uno de los imprescindibles en la cesta de la compra, como explica Jaime Lecuona, de Nielsen: “La tendencia de bebidas refrescantes se ve reforzada como consecuencia del efecto del Covid-19. Se ven beneficiadas la mayor parte de las categorías, a excepción de aquellas que tienen ocasiones de consumo muy penalizadas por el confinamiento, como las isotónicas, energéticas”.

En concreto, la bebida que más creció en estos meses de encierro fue el ‘bitter’, con un 5,6% más de ventas respecto al mismo periodo del año anterior. Aunque el refresco rey del encierro ha seguido siendo el de sabor a cola, con casi 1,2 millones de unidades vendidas en este tiempo. Le siguen los refrescos con sabores cítricos, con más de 365.000 unidades.

En general, los datos señalan que el consumo de las bebidas ‘light’ subió un 4% el año pasado en un intento del sector por mantener su compromiso para rebajar la cantidad de azúcares incluso en los refrescos que no tienen esta categoría: “Llevamos años reduciendo el contenido de azúcar de nuestros productos y aumentando la oferta de versiones ‘light’ con edulcorantes sin calorías, trabajando con el Ministerio de Sanidad, desde que en 2005 se puso en marcha la Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (NAOS)”.

Según lo firmado para estos tres años, el sector de bebidas refrescantes está reduciendo un 10% más el azúcar que sale al mercado procedente de estas bebidas y se asegurará de que al menos el 51% de las bebidas que hay en las máquinas expendedoras sean ‘sin’.

La venta de refrescos en España llega a más de 40 millones de consumidores a través de las más de 2.000 referencias que hay ahora mismo en el mercado y mantiene una producción de 4.400 millones de litros anuales, según los datos de esta misma asociación.

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