Sí, los sueños se cumplen. Pero, hay que alimentarlos. La constancia es su oxígeno. Echando mano de una frase de Albert Einsten: “El genio se hace con un 1% de talento y un 99% de trabajo”, el pensamiento se ordena: esfuerzo y tesón se hallan en el vértice de la pirámide. Ya lo decía también el poeta italiano Arturo Graf: “la perseverancia es la virtud por la cual todas las otras virtudes dan fruto”. De ella bien ha sabido nutrirse Freixenet, el coloso de las ‘glamourosas’ burbujas doradas, que este año celebra el centenario de su primer cava. Una compañía que sigue en manos de la misma familia que presentó al mercado su primogénita botella hace un siglo, manteniéndose como líder mundial de los espumosos de calidad elaborados bajo el Método Tradicional, y a la cabeza de la exportación, con la venta de 150 millones de botellas en más de 140 países de todo el planeta.
La confluencia de una serie de valores explican el reconocimiento mundial de Freixenet. Con su firme determinación se entrelazan su vocación innovadora, la búsqueda constante de la excelencia traducida en la elaboración de los mejores productos en cada segmento, o la visión internacional. De hecho, el presidente de la compañía, Josep Lluis Bonet, identifica como claves del éxito de Freixenet a lo largo del último siglo “la cohesión familiar, la visión a largo plazo, la apuesta por la calidad ofreciendo la mejor relación calidad-precio posible, la innovación, la pasión y la decidida internacionalización de la compañía”.
Freixenet ha querido celebrar la efeméride con actos repartidos a lo largo del año, desde catas y maridajes a presentaciones de nuevos productos. Coincidiendo con la feria Alimentaria, que tuvo lugar en Barcelona a principios del pasado mes abril, se presentó una edición especial del cava icono de la firma, Reserva Real, de la añada 2007, un producto de la más alta gama que se convierte en ‘millésimé’ para brindar por el centenario. Igualmente, con motivo de dicha celebración también se diseñó una última campaña televisiva navideña, dirigida por la cineasta Icíar Bollaín, para homenajear a la primera botella de cava Freixenet. Se recuperaron ‘burbujas’ históricas que han aparecido a lo largo de la larga trayectoria del anuncio.

 

 

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