Un hotel que huele a pan recién horneado. Olores de campo o de pueblo, ¿tal vez? Nada más lejos. Un hotel que huele a pan en pleno Eixample barcelonés. Olor de una ciudad que siempre se reinventa. Hotel y tahona. Tahona y hotel. Tanto monta, monta tanto en la nueva sensación provocada por la cadena Praktik Hotels. El nuevo Praktik Bakery ya es una realidad y, con apenas dos meses de existencia, parece que nadie deja de hablar de él. Pero antes, como siempre, los antecedentes.Un paseo por la dirección ‘web’ de la cadena lleva al usuario a adentrarse en un mundo ‘selfie’ de lo más curioso. Una pareja, fotógrafo y modelo unidos por sus manos entrelazadas, puso patas arriba la red ‘Instagram’ con sus originales posados (traseros) en ciudades de todo el mundo y Praktik Hotels quiso aprovechar el tirón y hacer suya esta imagen de marca, en plan Cicerone virtual. Los pasos guían al futuro huésped hasta sobrevolar la Gran Vía, hasta el Palacio de Cristal del parque del Retiro, hasta el mercado de La Boquería, hasta la entrada a un hotel. Dicho hotel vislumbra ser concretamente el Praktik Rambla, un lustroso establecimiento que, junto con el renovado Praktik Garden, el que fue antes de todos carta de presentación de la cadena, puso los cimientos del concepto de hotelería ‘low cost’ pero de diseño que define a los hoteles Praktik, concepto de un ‘cheap and chic’ urbano para el siglo XXI.
Si en el de Rambla de Catalunya se aplica el cuento -sin segundas- en la Casa Climent Arola, ejemplo puro del modernismo con sello del arquitecto Francisco de P. Villar i Carmona, y en el antiguo The Praktik, ya rematado con nuevos aires como Praktik Garden, se aplica en un inmueble si bien de mayor modestia histórica, de similares frecuencias arquitectónicas, en el Bakery sigue reconociéndose la cadena en el mismo Eixample, en un antiguo hospital, como en Madrid lo hace con el hotel Praktik Metropol en el privilegiado esquinazo abocado a Gran Vía desde la calle Montera. Las ubicaciones y los envoltorios de finales del XIX o principios del XX son, por tanto, cuidadosamente elegidos para dejar el relleno a Lázaro Rosa-Violán, un imprescindible del interiorismo de los hoteles apodado como el arqueólogo urbano, con un reciente Premio AD 2013 bajo el brazo y con su Contemporain Studio como incansable equipo de trabajo con sede en Barcelona.

 

 

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