El mercado de sopas, cremas y caldos se mantiene estable desde hace años gracias a su gran aceptación y rápida adaptación de las empresas a las nuevas tendencias y demandas

Los fabricantes de sopas, cremas y caldos son conscientes de la buena aceptación que tienen estos productos entre sus clientes, ya que cada vez más los consumidores se preocupan de mantener unos buenos hábitos alimenticios y un estilo de vida saludable.

Todos los nutricionistas y dietistas recomiendan en la gran mayoría de dietas (si no en todas) el consumo de sopas, cremas y caldos por su buen perfil nutricional y bajo aporte calórico. A esto se suma el Plan de colaboración para la mejora de la composición de los alimentos y bebidas y otras medidas 2020, mediante el cual las empresas representadas en la Asociación Española de Productos Culinarios (Culinarios) y tres asociaciones de la rama de distribución se comprometen a reformular las cremas de verduras con una reducción del 6,7% del contenido mediano de sal.

Estos acuerdos tan necesarios se han promovido desde el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, a través de AECOSAN y algunos sectores de la alimentación, para mejorar la composición de varios alimentos y bebidas, “en línea con las nuevas exigencias del consumidor y con las tendencias de la Unión Europea”, para así facilitar las opciones más saludables, como anuncia el manifiesto de este plan. Se trata, en definitiva, de recoger los compromisos de reformulación de “alimentos y bebidas de consumo habitual en los niños jóvenes y familias, y se centra en la reducción de azúcares añadidos, sal y grasas saturadas”.

Es, por tanto, una mejora sustancial de muchos productos, como es el caso de las cremas de verduras, aunque las empresas consultadas por Bar Business reconocen estar siempre atentos a las demandas y exigencias del mercado, para lanzar nuevos productos y adaptar los ya existentes, mejorando su perfil nutricional.

Gracias a esta ágil reacción del mercado de sopas, cremas y caldos, el sector se ha mantenido muy estable durante los últimos años, pues se trata de productos de gran aceptación entre los consumidores.

La evolución del sector

Atendiendo a los datos facilitados por la consultora Nielsen, “el segmento de sopas y cremas líquidas mantiene la buena línea de los últimos años. Es un segmento que se ha adaptado muy bien a las nuevas necesidades del consumidor. En el último año creció en torno al 10% en ventas por volumen”. Los datos se refieren a la comparación del mes de enero de los años 2018 y 2019 del canal de Alimentación, aunque nos puede dar una idea de las demandas actuales. A las sopas y cremas líquidas le siguen los caldos, que han experimentado “un año plano en términos de volumen, con una ligera caída en valor”. Los de mayor demanda son los caldos con ave, seguidos de carne y verduras, quedando a la cola los caldos con pescado.

Otros datos con los que contamos para analizar la actualidad de este sector son los que aporta el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación basándose en el consumo en hogares. En el primer semestre de 2018 (últimos datos disponibles) el consumo de sopas y cremas en España alcanzó los 120.243.720 kilos, muy por encima del consumo en el mismo período que el año anterior, cuando se consumieron 113.904.950 kilos. En concreto, la categoría de sopas y cremas de hortalizas alcanzó una cifra de consumo durante el primer semestre de 2018 de 20.608.420 kilos y un valor de más de 35 millones de euros. Comparándolo con el mismo período del 2017, el incremento fue de casi un 8%, cuando el consumo de estos productos se registró en 19.087.580 kilos.

 

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