Ubicado en Puerto Banús y con un formato ‘beach club’, el grupo se dispone a conquistar la Costa del Sol deleitando con una alta cocina japonesa en su versión más desenfadada, con una sorprendente coctelería y sus característicos espectáculos, contagiando a la clientela de su espíritu hedonista

A Marbella ya no le falta de nada. A la localidad malagueña del verano glamouroso y la diversión garantizada, acaba de llegar una nueva propuesta del grupo SLVJ. Un nuevo destino entre sus viajes por el mundo. Bogotá, Panamá, Miami, París y varias ciudades españolas se han dejado ya seducir por los encantos de su filosofía hedonista, ruta conquistadora a la que se sumará Puerto Banús, lugar elegido por la firma para hacer su aparición en la Costa del Sol. 

En esta ocasión, el ‘dinner show’ luce un formato ‘beach club’ con camas balinesas, una zona de mesas para degustar la mejor gastronomía -que muestra la cara más desenfadada de la alta cocina japonesa-, un reservado dotado de una pequeña piscina o una original ducha en la que las manos de un mono gigante sostienen una naranja, así como una sala interior climatizada con la misma sofisticación costera del ‘beach club’. En ambos enclaves se han utilizado materiales nobles, tonos cálidos y una abundante vegetación para recalcar su conexión con la naturaleza “Salvaje” del mar. Todo ello revestido de una idiosincrasia propia y rompedora, embajadora de un estilo de vida singular.

Aunque SLVJ Marbella comparte filosofía y espíritu con el resto de sucursales, el mar y sus productos tienen un marcado protagonismo en la carta. El ‘sushi’ más original, un completo ‘raw bar’, platillos singulares para compartir y su ‘robata’ (parrilla japonesa que permite que los alimentos tengan mayor contacto con el carbón), protagonizan una visión culinaria única en la localidad andaluza. En su despensa se encuentran los mejores pescados y mariscos del Cantábrico, el Atlántico y el Mediterráneo, de donde vienen los bogavantes, los carabineros, el pulpo, las ostras, las vieras, la lubina, las gambas rojas, el erizo de mar y los percebes. De la tierra, sobresalen exclusivas setas, trufa negra o una sabrosa carne madurada. Como buen “ciudadano del mundo”, también hay espacio para exquisitos alimentos de origen foráneo, como el ‘king crab’, ‘soft crab’ y ‘snow crab’ (diferentes tipos de cangrejos), el ‘wagyu’ japonés de calidad A5, las especias y los fermentados y macerados japoneses como el ‘kimchi’ y el ‘umeboshi’. 

Leer el artículo completo en la revista