Bajamos al bar Santamaría para comprobar cómo se bebe en este veterano escondite a espaldas de la Gran Vía madrileña. Frederik Castillo nos recibe para repasar una carta de cócteles cada vez mejor trabajados, entre la técnica avanzada y la esencia de sabor caribeño
En Santamaría siempre luce el sol. Aunque para acceder a este bar de la calle Ballesta, recientemente distinguido con una estrella en ‘Top Cocktail Bars’, haya que desfilar escaleras abajo donde Frederik y los suyos no escatiman sonrisas. Han pasado casi catorce años desde que el actor donostiarra Iñaki Font diera otra vida a un lugar que en el pasado fue una de tantas casas de citas que marcaban la vida de este barrio. Hoy la gentrificación ha hecho lo suyo y Font vive tranquilo en Barcelona. Pero Santamaría parece inalterable desde 2010.
“La gente poco a poco se ha ido dando cuenta de que somos una coctelería”, nos cuenta Frederik Castillo (Santo Domingo, 29 años), ‘head bartender’ de la casa. “Ahora viene y sabe que no hay cerveza y que tiene que pedirse un cóctel. Sabe que hay vinos, pero pasa de ellos y viene por el cóctel, que cada vez más es nuestro punto fuerte. Y el combinado, entendido también como cóctel”.