La crisis de la Covid-19 ha hecho que el consumo de estas bebidas en hostelería haya caído más del 50% en el año de la pandemia, pero desde la patronal apuestan por ir recuperando este mercado conforme vaya mejorando la situación de bares y restaurantes

La Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra) es consciente de que el aumento del consumo de refrescos en los bares, restaurantes y hoteles sólo puede ir recuperándose en estos meses después de la fuerte crisis que supuso el confinamiento y las restricciones por la Covid-19. Tienen claro que, desde ya, el camino sólo puede ser ascendente.

Según datos de la consultora Nielsen de marzo de este 2021, la venta de refrescos en Horeca ha caído hasta un 58,9% en el último año, pasando de los más de 717 millones de litros bebidos en los locales a algo más de 300 millones en los 12 meses más duros de la pandemia (de marzo 2020 a marzo 2021).

Esto ha supuesto una caída del valor de las transacciones de más de 900 millones de euros en las ventas en hostelería y restauración en esos 12 fatídicos meses, según la consultora, aunque el sector ya empieza a mirar hacia arriba y a presentar mejores números este verano que todavía no han sido contabilizados en las cifras oficiales pero que pueden hacer que estos valores vuelvan a sus niveles habituales, como explican los productores.

“Este verano de 2021 esperamos que marque el inicio de la recuperación y volver a cifras pre-covid para el año 2022. La evolución de nuestro sector y de la economía en general va a estar condicionada por el avance de la vacunación y la contención de la pandemia. Para ello también es fundamental favorecer las condiciones que permitan la reactivación del consumo, y que no se incremente la carga fiscal sobre las empresas y los consumidores, que repercutiría negativamente en la recuperación”, insisten desde Anfabra.

De hecho, la asociación destaca que “el verano es una época clave para el consumo de refrescos” por lo que el resultado de esta temporada puede ser un trampolín perfecto para ir recuperando cifras de ventas y de consumo que devuelvan a las empresas a la situación que disfrutaban en 2019.

“Las altas temperaturas, que hacen que aumente la necesidad de beber, junto con la disponibilidad de más tiempo para el ocio, el turismo y las relaciones sociales son factores que influyen directamente en la demanda de bebidas refrescantes. De hecho, éste es el momento del año en que se produce un mayor número de lanzamientos”, insisten desde la patronal del sector.

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