La venta de panes procedentes de masas congeladas ha subido un 1,2% en España en el último año mientras que la facturación se ha incrementado un 10%, entre otras cosas, por la apuesta por un producto de mayor calidad

Hace ya cinco años que se aprobó la normativa que regula claramente a qué se le puede llamar pan de masa madre, pan artesanal y panes integrales y esto ha hecho que los propios clientes hayan aprendido bien que no es lo mismo una barra que otra y que sepan claramente qué pedir tanto en la tienda como en los restaurantes, cafeterías y hoteles.

De hecho, la producción de pan procedente de masas congeladas en España, en el año 2023, alcanzó un volumen de 754.818 miles de kilos, lo que supuso un aumento de un 1,2% respecto a los datos de producción del ejercicio anterior.

Es decir, que pese a la tendencia en la gastronomía actual de comer menos pan, los restaurantes, cafeterías y hoteles han mantenido e incluso aumentado un poco su demanda en el último año.

Eso sí, lo que se ha disparado para el sector es la facturación por estos panes procedentes de masas congeladas ya que en el mismo ejercicio, el año 2023, creció más de un 10,1% registrando un total de 1.089 millones de euros, muy por encima de las ventas de otros productos que se producen en las mismas compañías como la bollería o la pastelería, que aumentaron el total de ingresos en un 18% pero no pasaron de los 800 millones de euros en ese periodo, según datos de la Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (Asemac).

Lo que sí ha ido cambiando en la industria de las masas congeladas es sobre todo la oferta en variedad y la calidad de las mismas, además de la apuesta por ser cada día más sostenible en un producto clave para la alimentación en España.

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