Las nuevas tendencias en el sector mejoran la rentabilidad de los aparatos, adaptándolos a espacios cada vez más diversos y sobre todo, más abiertos

La cocina de bares y restaurantes se ha convertido en un espacio transparente, abierto al consumidor, que quiere dejar claro que todo se cocina con los estándares de higiene y calidad que exigen las autoridades y los clientes. Y las planchas y las freidoras no iban a quedarse al margen.

“Cada negocio escoge la estética y el almacenamiento de sus vinotecas dependiendo de sus necesidades. Actualmente, el diseño ha hecho que las vinotecas sean unos elegantes electrodomésticos que pueden ser integrados en la decoración de los diferentes locales”, explica PVG Qlima.

De hecho, los productores de estos electrodomésticos básicos para cualquier negocio de hostelería y restauración, están haciendo un esfuerzo cada día mayor por mejorar este aspecto de sus aparatos para que puedan ubicarse en cualquier diseño: en cocinas de cristal o en lugares más privados.

“Una de las tendencias más importantes es la cocina abierta. Los establecimientos buscan la transparencia, invitar al cliente a ese espacio, y, para ello, necesitan diseños mucho más refinados y cuidados”, explican desde Eurofred, una de las compañías más importantes del sector.

De la misma opinión es Wok Inox, una empresa especializada en módulos de cocina para ‘wok’: “Nuestro cliente principal es el asiático y su tendencia en la cocina es hacerlas vistas para destacar su trabajo cara al público y sin tapujos, sin falsos bulos. Intentan demostrar así que no tienen nada que ocultar”, añaden.

Con esta premisa, los productores destacan el diseño como un elemento clave a la hora de crear nuevos aparatos, sin dejar de lado otros aspectos como el consumo, la limpieza y sobre todo la seguridad: “El diseño de la cocina es fundamental para su producción. Y la producción depende directamente de la ubicación de sus elementos”, advierten en Wok Inox.

En el caso de Fagor, el grupo destaca que sus nuevos productos cuentan con “una atractiva línea estética, donde caben soluciones operativas eficientes e importantes mejoras de cara al usuario”. Como puede ser “el redondeo de aristas y cantos para facilitar la limpieza y eliminar soldaduras” o los “tornillos ocultos a la vista”.

En la mayoría de los casos, los diseños atractivos han acabado mejorando otros condicionamientos importantes para los clientes en el caso de sus cocinas y sus freidoras: la higiene y la seguridad.

Tener un aparato fácil de limpiar es casi una premisa a la hora de comprar cualquier electrodoméstico. Las compañías, de hecho, han apostado precisamente por el acero inoxidable como el principal material de sus productos para facilitar este buen uso. “El material más utilizado por exigencia sanitaria y lógica es el acero inoxidable. Es el idóneo para mantener limpio el producto y no contaminar. Por otra parte, es el más fácil y rápido de limpiar”, aseguran en Wok Inox.

Eurofred advierte de que los fabricantes han invertido en innovación para mejorar el aspecto de la limpieza. “Aunque siguen predominando las cocinas tradicionales de gas, una de las mejoras introducidas son las versiones ‘aqua bath’: cocinas en las que la distancia entre el quemador y el acero inoxidable se rellena con agua para evitar que la grasa se adhiera a la superficie”.

 

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