Poco a poco la tecnología va formando parte de nuestra vida, instalándose en nuestras acciones más cotidianas, pensada siempre para facilitarnos el trabajo y hacer un buen uso de ella. Por eso, a veces, hay que dejarse coger de la mano y perder un poco el miedo que acompaña a las cosas que son nuevas o se desconocen. Hace algún tiempo, esta tendencia está viéndose también incrementada en el mundo de la Hostelería y la Restauración, vislumbrándose buenos resultados en aceptación por parte de los profesionales de la tecnología en sus negocios. La empresa Tabletech da su opinión al respecto “a partir de este año sobre todo hemos visto que España empieza a demandar cada vez más este tipo de productos. Aún hay algo de miedo a la tecnología por parte del canal Horeca, pero se está perdiendo. Hemos comprobado que la carta digital suscita mucho interés y los restaurantes más tecnológicos la quieren implantar”. Desde Telmicom apuntan que “los empresarios están muy atentos y motivados a incluir en sus negocios sistemas que les ayuden a mejorar el flujo y control de la caja y a optimizar sus instalaciones”. Por su parte, desde Hosteltáctil constatan que “hay una gran aceptación de este tipo de productos. Desde hace poco más de una década observamos un profundo proceso de modernización del sector hostelero en general. Este proceso, que cada vez es más ágil y generalizado, está directamente relacionado con temas de imagen, cuidado gastronómico y con la integración y adaptación a las nuevas tecnologías, y concretamente, en el ámbito de gestión hostelera”.
La evolución de la tecnología en la restauración es relativamente joven, ya que este tipo de productos protagonizan en estos momentos la oferta más actual. Desde Siteco opinan que la evolución de este sector ha girado sobre todo alrededor de “la estética y la rapidez del servicio”. Relacionado con ello, Tabletech puntualiza que “como pasa con cualquier producto tecnológico, estos productos avanzan a pasos agigantados, y hay que saber ir mejorando el producto cada día para no quedarse atrás”.
Leer el artículo completo en la revista