El alicantino grupo Murri ha reabierto su restaurante buque insignia con Nanín Pérez, un cocinero joven pero sobradamente preparado, que ya está recibiendo los primeros premios a su cocina creativa

Antonio Pérez, al que todos llaman Nanín, sólo tiene 27 años pero ya sabe lo que es llevar la cocina de un gran restaurante, como es la del Murri de Alicante a sus espaldas y recibir premios a su labor profesional como el de Cocinero Revelación del año 2018 en la última edición de Reale Seguros Madridfusión celebrada en Madrid.

“Mis padres tenían una empresa de distribución para hostelería y a raíz de esta compañía empecé a conocer el mundillo. Comencé a interesarme al ir conociendo las cocinas profesionales por las que pasaba cuando les echaba una mano en mis ratos libres”, explica el propio Nanín Pérez (Alicante, 1990) cuando se le pregunta cómo se dio cuenta de que los fogones eran su destino.

Su familia fue decisiva en conseguir ponerse un delantal y le ha apoyado siempre en su camino, pero una vez tomada la decisión de que quería ser cocinero, voló libre de aquí para allá para formarse en las mejores instituciones gastronómicas.

Recuerda que su padre siempre le enviaba a los trabajos más duros, “para que supiera lo que era”, y que pasó la prueba con creces para acabar matriculándose en las mejores escuelas del sector, la Hofmann de Barcelona y antes en el Centro de Desarrollo Turístico de Alicante.

De hecho, en Barcelona, no sólo estudió cocina sino que también se sacó el curso de repostería, un interés que se nota en los postres que plantea en sus menús degustación.

Sus primeros trabajos como cocinero fueron en el restaurante El Plegat, y de ahí se movió de fogón en fogón por Valencia, Aranjuez, San Sebastián, Santander, Barcelona e Italia.

Se fue haciendo cocinero a fuego lento en renombrados y premiados restaurantes como el Monastrell (una estrella Michelin), L’Escaleta (hoy dos estrellas Michelin), El Nuevo Molino y hasta Mugaritz (con dos estrellas Michelin).

Lugares perfectos para aprender que la estrella Michelin se cocina a fuego lento, pero de forma constante.

 

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