Los fabricantes de especias y condimentos apuestan por la industria alimentaria o el comercio exterior como vías de crecimiento en un mercado muy dinámico

Las especias y condimentos son ingredientes básicos que se encuentran con facilidad en casi cualquier cocina del mundo. Con solo sazonar ligeramente un plato, puede cambiar radicalmente su sabor. Y eso los convierte en elementos muy atractivos e indispensables a la hora de cocinar, donde ejercen una influencia determinante. Luis Agulló, secretario general de la Asociación Española de Envasadores de Especias y Condimentos (AEC), considera que tienen la capacidad de transformar o potenciar el sabor de un alimento y que, gracias a su capacidad aromatizante y sazonadora, su uso en pequeñas cantidades nos permite combinarlas entre sí, aportando a los alimentos diferentes matices.

Estos aliados indispensables de la cocina se pueden encontrar en el mercado de distintas formas. Una de ellas es la especia pura, es decir, que solo contiene un único ingrediente, mientras que la otra es mixta; esto es, cuando se utilizan una mezcla de distintas especias que dan lugar a un nuevo producto. “Esta versatilidad y la larga lista de opciones que hay en el mercado, entre especias, colorantes y hierbas, hace que su uso las convierta en el ingrediente secreto que le aporta identidad propia a un plato”, resume Agulló.

Este sector es tradicionalmente estable, con crecimientos sostenidos y consumos que sufren ligeras variaciones de un año a otro. Los últimos datos disponibles, facilitados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, hacen referencia al período entre junio de 2018 y junio de 2019. En este tiempo, la producción de especias y condimentos fue de 6.029,30 toneladas, frente a las 6.432,50 toneladas del mismo período del año anterior, lo que supuso una variación a la baja del 6,3%. La diferencia por valor, que también fue inferior de un año para otro, no representó una caída tan acusada, variando tan solo un 1,2%. Esto es, mientras que la producción del año a cierre junio de 2019 fue de algo más de 129,3 millones de euros, la registrada hasta junio de 2018 había sido de 130,81 millones de euros. Estas variaciones de valor y volumen del mercado de las especias y condimentos son “coherentes con un mercado maduro donde los hábitos de consumo doméstico no permiten un mayor recorrido”, considera Agulló. Estos datos no están desglosados por canales, pero sí apuntan desde la asociación que “cuando en el mercado ‘Retail’ el comportamiento es positivo, también lo es en el canal Horeca donde se da más uso de las especias, ya que se trabajan y se enriquecen más las recetas”. Aun así, Luis Agulló también entiende que “el mercado natural de las especias, donde se dirigen los mayores volúmenes de la producción, están orientados al suministro para la industria alimentaria y la exportación, este último como una salida natural de diversificar el negocio y buscar nuevas oportunidades de crecimiento”.

De todas maneras, las empresas fabricantes de especias y condimentos entienden que en este mercado también se deben producir avances en materia de innovación, para poder atraer nuevos nichos de mercado con distintas necesidades y hábitos de consumo a través de propuestas innovadoras y de valor añadido. “Los productos tradicionales conviven de forma natural con otros más modernos, porque incluso los más tradicionales están incorporando innovaciones”, apostilla Agulló.

 

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