Desde su creación hace 20 años, la marca alemana independiente, fritz-kola, ha experimentado un crecimiento sostenido, convirtiéndose en una de las empresas líderes en el segmento de las “kolas” artesanales

Trayendo un aire fresco y dinamizador a la categoría de kola en el mercado, vino al mundo la empresa alemana fritz-kola en 2003 de la mano de dos estudiantes de Hamburgo, Mirco Wolf Wiegert y Lorenz Hampl.   

Toda una apuesta audaz en un sector dominado por grandes actores, que se materializó con la llegada de la primera fritz-kola en 2003, una kola con cafeína extraída de granos de café arábica, un poco menos de dulzor y un toque de cítricos, a la que siguieron otras variantes de kola y una serie de refrescos con sabor a frutas y ‘spritzers’. 

La empresa independiente fritz-kola, denominada fritz-kulturgüter desde 2014, ha pasado de ser una ‘start-up’ a convertirse en una empresa de tamaño medio y uno de los líderes en el segmento de las kolas artesanales. Por ejemplo, en términos de ventas, fritz-kola ocupa el tercer lugar en el mercado alemán en la categoría de bebidas de cola (fuente: Nielsen). Además, fritz-kola sigue registrando una buena línea de progresión en este año 2022 y se presenta como una alternativa alineada a las demandas actuales de los consumidores que buscan calidad e innovación, así como opciones veganas y bio. 

Ante esta panorámica del mercado de refrescos, los productos fritz-kola buscan satisfacer los deseos e intereses de los consumidores. De hecho, fritz-kola nació para ser diferente. La “k” de kola no es sólo una letra, sino que simboliza todo lo que la firma quiere hacer de forma distintiva; porque fritz-kola no es sólo un producto, sino sobre todo una actitud. La empresa aboga por la independencia, la tolerancia, y la sostenibilidad; esta última se refleja en su propia iniciativa “Drink from glass”. La fuerte determinación de la empresa por la protección del medio ambiente los ha llevado a colaborar con restauradores y profesionales del sector para aportar un cambio en la industria que conduzca a una dirección opuesta a la cultura de “usar y tirar”, evitando el empleo del plástico. 

Desde su fundación, fritz-kola apuesta por las botellas de vidrio; así como por una comunicación creativa y con humor, siendo sus mensajes claros y directos. 

Principios de los que también se nutre la propia imagen corporativa que adopta como logotipo el rostro de sus creadores, con un diseño en blanco y negro, y su comunicación en clave humorística, pone de manifiesto que la responsabilidad y la diversión no son incompatibles.

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