Hablamos con Bosco Torremocha, Director Ejecutivo de Espirituosos España, sobre el presente del sector. La recuperación del consumo en un clima de incertidumbre, el éxito de la marca España, el valor de las IGP y la experiencia como compendio de tendencias, son algunas de las claves

Como al final de cada ejercicio, afrontamos el análisis del sector de las bebidas espirituosas en España. Una vez más, el contexto sigue revuelto, sumido en un clima incierto en el que se arrastran problemas que impiden alcanzar una recuperación total de los datos prepandemia, pero donde también se pueden rescatar datos positivos que invitan a la esperanza. Aunque todavía desconocemos los números del cierre de este 2022, ofrecemos una visión panorámica con el repaso a la situación de la mano de Bosco Torremocha, Director Ejecutivo de Espirituosos España. 

En la actual contingencia inflacionista y de esfuerzo por parte del consumidor para rehacerse constantemente, Torremocha apela al espíritu de resiliencia y al orgullo de pertenencia de un conjunto de empresas que luchan por seguir destacando en la competencia europea y mundial. Como es habitual, reivindica su carácter emprendedor, su vocación exterior y su compromiso con la calidad y la responsabilidad. Y, con todo ello, su impacto en la economía española, que alcanza el 0,17% del PIB, aportando el año pasado 1.964 millones de euros. Pymes en un 80%, empleo directo e indirecto… Riqueza, en definitiva. Con más de 3.800 centros de producción, de los cuales 3.500 son destilerías artesanales. Y España como sexto país productor de bebidas espirituosas de la Unión Europea, alcanzando en 2021 los 198 millones de litros. 

Lo más delicado llega cuando toca encarar el consumo, que se quedó en 165 millones de litros, un 9,9% más que en 2020, pero todavía lejos de los volúmenes de 2019, un 20% menos. Recordando de paso que las bebidas espirituosas solo representan el 5% del volumen total del consumo de bebidas alcohólicas en España. Se aprecia, por tanto, visos de recuperación progresiva gracias a la reactivación de la hostelería y el turismo. Aumenta un 12,9% las ventas en hostelería y un 7,6% en alimentación, pero recordemos que 2021 supuso un cambio en la distribución del peso de los canales de venta: de la correlación 30%-70% (38% alimentación y 62% hostelería en 2019) al 56% para alimentación y 44% para hostelería de 2021. Torremocha remarca que sin hostelería no hay paraíso, teniendo en cuenta también que los destilados son las bebidas con alcohol más rentables para los bares y restaurantes. 

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