De Santa Eulalia a San Jimi Hendrix, de Miami a la Ibiza más hedonista. Del azul turquesa al rosa flamenco. De Playa d’en Bossa a Ocean Drive. Esto es Ibiza. Hay unos códigos. Un santo grial. Diversión, música, fiesta, sol, verano con mayúsculas, verano eterno. Imposible saltarse mandamientos tan arraigados en un catecismo icónico que cada temporada trata de superar el listón. Hace un par de ellas, nacía Santos Ibiza Coast Suites. La temporada que arranca ve la luz Tropicana Ibiza Coast Suites. Prueba conseguida. La pitiusa más febril pasa otro examen con nota porque ya tiene para la clientela inquieta un nuevo templo -dos, en realidad- en donde entregarse a la vida pecaminosa al que todo hotel como Ibiza manda debe aspirar. Pecados veniales, no hay que confundirse, pues de la molicie se pasa al vigor energético, de la sensualidad a la paz espiritual y de la acción a la calma. Y vuelta a empezar. Hoteles redentores, balsámicos e inspiradores. Hoteles cien por cien Ibiza. Primero hubo que constituir en el año 2011 el Concept Hotel Group, con sede en la misma isla donde emprende su actuación y donde pone dos años después los cimientos de su filosofía en forma de primer hotel, un reflejo de su personalidad fresca, juvenil y dinámica. Playa d’en Bossa es el lugar elegido para este aterrizaje, una declaración de principios de lo más sincera: ¿para qué apartarse del meollo si de vivir el meollo es de lo que se trata? Pues mejor hacerlo en primerísima línea, una localización que garantiza al Santos Ibiza Coast Suites ambientazo y los mejores atardeceres, que hay que estar a la altura de la fama.
Dicen que el hotel Santos no es un destino sino el origen. Bueno, no hay más que experimentar un instante el estilo de vida predicado por el hotel para admitir que, efectivamente, predica con el ejemplo. Buen rollo, ‘easy going’, como los más finos lo llaman, un postulado por el que el cuerpo manda casi sobre la mente, es lo que insufla el hotel cuya filosofía no puede sino estar íntimamente ligada al gusto decorativo con el que vino al mundo gracias al diseño de Il Mio Design, estudio con oficinas en Milán, Madrid y Pamplona y que ya dejó muestras de su trabajo en el Hotel VP Recoletos. Para no perder de vista lo más atractivo del bagaje popular ibicenco y añadirle suficientes dosis de lujo reposado, el interiorismo del hotel encaja en la etiqueta ‘boho chic’, contemporáneo sin fisuras salvo por algunas concesiones retro, con toda la ‘rock’n’roll attitude’ de la que es capaz su recuerdo a las estrellas que una vez vagaron y pasearon su leyenda por la isla. Estos son los ingredientes principales de este cóctel hotelero. Ahora hay que bebérselo.

 

 

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