En un panorama de crecimiento, el ron se muestra dispuesto a dar más. El experto conocedor Javier Herrera nos habla de su riqueza imbatible, geográfica y cultural: rones premium, complejos, ‘spiced’ y versátiles para coctelería
Ocurre que cada destilado por separado tiene una identidad propia. Algunos pueden llegar a caminar juntos, cosas del mercado, pero es su idiosincrasia particular la que nos toca aislar para llegar a entender los vaivenes de su consumo. El ron, por mucho que suene contado, es un destilado con mucha idiosincrasia. De su riqueza natural, histórica y cultural beberán las oportunidades de futuro. A poco que se ponga la lupa en él, observamos un camino espléndido por su capacidad de adaptación y porque el lujo le espera.
Las ventas aumentan en España siendo la categoría que más crece por detrás del tequila: incrementos totales del 0,5 % en volumen y 5,5 % en valor de TAM Agosto 2023 respecto a los datos anteriores, según facilita Nielsen IQ, con especial subida en Hostelería del 4,9 % y del 9,1 %, respectivamente. Es un buen momento, por tanto, para aprovecharse y seguir generando interés. Lo mismo con productos de calidad para la mezcla más simple que descubriendo nuevas joyas de mayor complejidad para ser degustadas en solitario. El ron sube en reconocimiento pero hace falta más conocimiento en la calle. Cabe recordar que la mayor parte que se produce en el mundo procede de melaza de caña de azúcar. También que el ron sólo es de caña de azúcar, así que su melaza sí pero la de remolacha no. Y que aunque el ron agrícola todavía es para ‘connoisseurs’ nada como sus aromas únicos de caña fresca para entender las distintas variedades acentuadas por el ‘terroir’.