El canal mantiene una tendencia alcista en cuanto al gasto por el consumidor y al tráfico en el sector durante los cinco primeros meses del año, continuando con la línea de 2022. El consumidor no está restringiendo las ocasiones de consumo fuera del hogar, pero sí está reduciendo el ‘ticket’ medio
El mercado del Foodservice se desenvuelve con éxito en España. El consumo fuera del hogar forma parte de la idiosincrasia del país, marcada por un arraigado carácter social, y goza de una buena salud, no obstante los duros envites de la pandemia a los que el sector ha hecho frente con gran resiliencia y dando pasos firmes para su recuperación.
El pasado año se cerró en cifras positivas y de crecimiento, y de enero a mayo de 2023 se mantiene esa tendencia; un ejercicio al que el sector mira con atención ya que 2022 fue el año del reencuentro, en el que todo el mundo salió a la calle a volver a disfrutar con la familia y amigos esos momentos perdidos por las restricciones impuestas para tratar de frenar la crisis sanitaria. Pero, ¿cómo hacer para conservar esa tendencia alcista? “La escucha proactiva al consumidor, ofrecerle experiencias e innovación continua son las palabras claves”, afirma Edurne Uranga, Head of Foodservice Europe de Circana, a quien Bar Business ha tenido el placer de entrevistar.
Hablando del cierre del año 2022 en términos de facturación y de tráfico a los establecimientos del canal Foodservice, el cual está integrado además de por los locales de restauración por cualquier canal que pueda gestionar ocasiones de consumo inmediato, en los que el producto esté listo para consumir como el mundo del ‘snacking’, bebidas, comidas ya preparadas, la parte de ‘food & beverage’ de las gasolineras, el ‘vending’, el consumo ‘on bord’ e incluso el lineal de comida caliente de los supermercados, Edurne Uranga comenta que el ejercicio se cerró cerca de los 37.600 millones de euros, lo que supuso un crecimiento en torno a un 29 %, es decir, nos gastamos los españoles un 29 % más de lo que nos gastamos en 2021 y suponía ya un +0,5 %, es decir, ya habíamos igualado, incluso superado, lo que nos habíamos gastado antes de la pandemia en 2019.