La restauración vive unos meses de nuevas aperturas tras la crisis de la Covid-19 y pide crear locales que completen la experiencia del cliente con un ambiente mágico, que les transporte a donde quiere el chef

Cuando entras a un restaurante, ya no sólo se “come” lo que te ponen en el plato. Ni se bebe lo que vierten sobre tu copa. Ahora la experiencia que quieren los profesionales de la hostelería y la restauración para cada cliente es única, es lo que llaman una experiencia total, completa, de esas que arrancan cuando pones el pie en la puerta del local y no se acaban hasta que te marchas.

En esa apuesta del sector por la “experiencia global” de la que tanto hablan restauradores y hosteleros, el diseño y sus ejecutores son los mejores aliados de lo que quiere expresar el chef con cada uno de sus platos.

“La restauración se está convirtiendo en una experiencia, no sólo culinaria, sino en toda una experiencia a nivel sensorial. El usuario ya no quiere ir sólo a comer, quiere divertirse, ver un espectáculo, sorprenderse y por supuesto, la decoración juega un papel determinante”, explican desde el estudio de Madrid in Love.

Tras el año y medio más duro que recordamos, no sólo los profesionales de la hostelería sino también la sociedad en general, esperan meses de subida, en los que la gente quiera experimentar cosas nuevas, vivir el momento, sentirse casi como en una distopía fuera de una realidad que no ha acabado de normalizarse del todo. Y, sobre todo, poder contarlo en redes con fotos especiales que capten ese instante.

“Las redes sociales obviamente también hay que nombrarlas en este proceso, ya que todos los clientes nos piden ese lugar “instagrameable” del que habla todo el mundo. Por eso piden crear espacios singulares, muy fotogénicos y reconocibles en una simple imagen”, explican desde este mismo estudio.

Además, los clientes quieren sentarse a la mesa con sus amigos y familiares, hacer lo que no han podido hacer en estos meses y es una de las razones de que estemos viviendo una época de nuevas aperturas y nuevos proyectos que han colmado de trabajo los despachos de los arquitectos y diseñadores de interiores en España.

Leer el artículo completo en la revista