La coctelería barcelonesa ha renovado su carta con un ‘Mapa Mundi’ que se bebe y se disfruta trago a trago siguiendo su máxima ley: todo en esa barra se hace de forma natural, todo está hecho de forma artesanal

Dr. Stravinsky abrió sus puertas en Barcelona con un nuevo concepto de coctelería bajo el brazo. De eso hace algo más de dos años y en su camino han ido reforzando su idea de hacer cosas diferentes, ofrecer a los clientes cócteles que no se encuentran en otros locales y dejarles claro que ahí no se puede pedir básicos como ron con cola o un mojito, al menos no como la gente los tiene en la cabeza. 

“Somos diferentes porque apostamos únicamente por la forma de trabajo artesanal en cada cóctel. No tenemos ni bebidas de cola ni un solo destilado de los que se venden por ahí al que no hayamos dado un valor añadido en técnicas o sabor”, explica Antonio Naranjo, copropietario del local y el barman encargado de dar vida y creatividad a todas estas cocteleras.

En su carta, mejor no buscar vinos ni cerveza, no se van a encontrar, ni tampoco pedir bebidas al uso. Lo mejor es dejarse guiar por la oferta que nace de detrás de la barra, en el verdadero laboratorio del negocio, donde se apuesta por técnicas diferentes que son las culpables de los licores hechos con sus manitas que se presentan en su nueva carta. 

“Es una coctelería artesanal donde usamos diferentes técnicas de fermentación, de destilación, ‘fat-washes’, que es añadir un sabor láctico pero que el cóctel quede transparente… para ofrecer bebidas hechas por nosotros mismos desde el principio y que no tienen nada que ver con lo que se prueba en otros locales”, añade Naranjo.

Hasta ahora, el equipo de Dr. Stravinsky ha apostado por cambiar su carta cada año para introducir todo lo que han ido recolectando de sus distintas experiencias en esos 12 meses. Aunque, eso sí, algunos cócteles permanecen fijos desde el primer día, como el ‘Camp Nou’ y el ‘Generoso sabor’.

Precisamente ‘Camp Nou’ es el cóctel más vendido del local desde su apertura. Un éxito que se repite todas las semanas. Incluso, este trago ha traspasado las fronteras de nuestro país y ya se sirve en bares de México o Arizona donde han copiado la famosa combinación de Naranjo, manteniendo la nomenclatura. “Yo no soy nada futbolero pero se le ocurrió el nombre a mi socio y cuando me fijé en lo que significa, “campo nuevo”, me gustó mucho el concepto”, aclara.

 

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