Por primera vez, la Denominación de Origen Ribera del Guadiana ha presentado sus vinos en un salón monográfico celebrado en Madrid. Durante el evento los asistentes pudieron catar los vinos de 18 bodegas y otros productos extremeños con D.O.P.

Desde el reconocimiento de Ribera del Guadiana cono Denominación de Origen en 1999, nunca Madrid había acogido un salón exclusivo de sus bodegas hasta el pasado día 17 de febrero, cuando en la prestigiosa vinoteca Lavinia tuvo lugar una iniciativa organizada por el Consejo Regulador de la D.O., bajo el lema “Tierra, Vino y Amig@s”, con el objetivo de dar a conocer al mercado madrileño la diversidad de la región y su antiquísima tradición vinícola.

Numerosos representantes de los medios de comunicación y del sector Horeca pudieron catar los vinos de 18 bodegas y degustar, asimismo, otros productos extremeños con D.O.P. como el jamón ibérico de Dehesa de Extremadura, los quesos Ibores, la Torta del Casar y Queso de la Serena, el Pimentón de La Vera, la Miel Villuerca-Ibores, el Aceite Monterrubio o las carnes con I.G.P. Cordero de Extremadura “Corderex” y Ternera de Extremadura.

La Denominación de Origen Ribera del Guadiana incluye seis subzonas (Tierra de Barros, Cañamero, Ribera Alta, Ribera Baja, Montánchez y Matanegra), cuyos suelos, microclimas y altitudes las hacen diferentes unas de otras. Las 18 bodegas, pertenecientes a las distintas subzonas, que presentaron sus vinos en el salón fueron: Soc.Coop. Montevirgen, Pago de los Balancines, Bodegas la Soledad, Viticultores de Barros, Antonio Medina, Soc. Coop. Sta. María Egipciaca, Bodegas Romale, Viñaoliva, Bodegas Oran, Bodegas Paiva, Soc. Coop. San Isidro, Cave San José, Bodegas Ruiz Torres, Valdeorite, Bodegas Toribio, Viñas de Alange, Bodegas Pozanco y Bodegas Cañalva.

Los vinos blancos de Ribera del Guadiana se elaboran con variedades tan distintivas como Pardina, Cayetana Blanca, Macabeo o Eva o Beba de los Santos, lo que les confiere unas características particulares y diferenciadoras de los de otras regiones, como sus toques anisados y esa suavidad en boca que los hacen fáciles de beber. Por su parte, los tintos de Tempranillo, Garnacha o Graciano, uvas reconocibles para todos, adquieren en estas tierras unos toques balsámicos, en especial regaliz para los de Tempranillo y frutos rojos propios de la Garnacha, ligeramente tánicos.

 

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