Todo empezó en Madrid, cuando en 1970 la cadena Hoteles Santos abrió su primer establecimiento: el hotel Praga. Más de 45 años después, aquel primer bastión sigue abierto y la cadena, en realidad una empresa familiar, ha ido inaugurando poco a poco hasta once hoteles más repartidos en diez ciudades distintas. Veremos cómo y por qué Hoteles Santos ejerce un liderazgo diferenciador justo cuando su hotel más esperado, el hotel Miramar de Málaga, da sus primeros pasos. Antes de conocer uno a uno sus hoteles más representativos, conviene acercarse a la filosofía de la cadena a través de sus rasgos definitorios. Por un lado, el ya mencionado carácter familiar, atributo que distancia a Hoteles Santos de otras marcas. “Nuestros hoteles son todos en propiedad”, nos explica José Ignacio Cámara, director de operaciones de la cadena, “por lo que cuidamos su mantenimiento, instalaciones e inversiones sin escatimar esfuerzos”. Como propietaria y gestora de sus propios establecimientos, puede permitirse además que todos sus hoteles sean distintos, “huyendo de la filosofía de cadenas cuyas habitaciones son réplicas de modelos predefinidos”. Por otro lado, Hoteles Santos está presente en ubicaciones estratégicas, en algunas de las mayores ciudades de España o de potencial desarrollo estacional como Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Málaga, Murcia, Granada, Santander, Mallorca y Baqueira. “No creemos en el crecimiento numérico para aumentar la facturación”, continúa Cámara. “Esto significa que en 47 años desde que abrimos nuestro primer hotel solamente hemos abierto 11 más, sin haber cerrado ni traspasado ninguno de ellos”.

 

 

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