Las masas congeladas de bollería y pastelería, siempre han gozado de un buen posicionamiento en el mercado, tanto en ‘Retail’ -donde el consumo ha crecido en este periodo de pandemia- como en el canal Horeca, que se ha visto afectado por la crisis sanitaria. A pesar de que el sector prevé recuperar en 2023 las cifras previas a la Covid-19, los datos reflejan el inicio de la recuperación

A estas alturas es indudable que la crisis de la Covid-19 ha tenido graves consecuencias en la economía. Sin embargo, muchas empresas están comenzando a ver cómo sus cifras se recuperan, en un año clave para mantener sus negocios y pensar en la recuperación casi total para el próximo año. En el caso de las masas congeladas de bollería y pastelería, siempre han gozado de un buen posicionamiento en el mercado, tanto en el canal Horeca como en el consumo en hogar. Precisamente este último segmento, no solo no se ha visto tan perjudicado, sino que puede presumir de haber registrado cifras positivas en este periodo pandémico. Estos son productos muy aceptados entre los consumidores y las ventas en el canal ‘Retail’ así lo demuestran. La bollería dulce y salada consumida en hogar ha pasado de 315.295.700 euros de facturación a los 350.561.000, desde junio de 2020 a junio de 2021, según los datos que dispone Kantar, la empresa experta en estudios de mercado. Sabela Barreiro, especialista en alimentación de Kantar, en su división ‘Worldpanel’ observa que “la realidad post- confinamiento, donde los niños han estado más tiempo en casa y donde la búsqueda del momento “indulgence” ha ganado relevancia en este entorno a consecuencia de las restricciones, ha favorecido la entrada de la bollería dulce a granel en nuevos hogares tras años de estancamiento. Además, el incremento en los niveles de intensidad de compra, llegando ya a los 11 actos por hogar, ha impulsado el crecimiento de la categoría en +11% con respecto al pasado año”. 

Coincide con los datos recogidos por la consultora NielsenIQ, que han advertido una evolución positiva del 36% en volumen y 26% en valor en el segmento de bollería. “Ha sido un año muy bueno en general para esta categoría dada la compleja comparativa que teníamos con el año 2020 donde gran parte de nuestros consumos se incrementaron en casa y donde estos productos crecieron de manera importante. La única categoría que no se incrementó fue la de los hojaldres sin rellenar, con tendencias algo más difíciles por productos competidores del sector y que están refrigerados”, resume Alberto Iglesias Cantero, ‘sales consultant manager’ de NielsenIQ.

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