No se puede negar el fino olfato del grupo Palladium demostrado en los últimos tiempos. Una sucesión de marcas -Fiesta, Ayre, Mallorca Rocks, The Royal Suites…-, con identidad propia se han ido incorporando a su cartera de activos hasta situarlo como referente de la actualidad y las novedades más interesantes del panorama hotelero español, con un pie en el continente americano e incluso varios establecimientos en la isla de Sicilia. Recordarán nuestro artículo dedicado al hotel Only You de Madrid, un céntrico establecimiento ‘boutique’ como una de sus últimas puestas de largo convertida de inmediato en todo un ‘must’ a la espera de que este verano sea su confirmación. En lo que respecta a la sede del grupo en Ibiza, habría que hablar también del éxito rotundo del reciente proyecto Ushuaïa, hotel a la vez que comunidad (virtual) sobre la que se ha querido edificar una marca que vincula a la isla de Ibiza como esa capital eterna del hedonismo internacional que siempre ha sido. Pues bien, en la misma Playa d’en Bossa, en esa misma arena por la que lucieron palmito de ‘rockstars’ desde Nico a Eric Clapton, Palladium se atreve con el primer Hard Rock Hotel de Europa, ahí es nada, para el que tiene reservado un arranque por todo lo alto y al que encumbrará a los altares de la iconografía reciente dentro de la incansable leyenda de la Isla Blanca. Nace, por tanto, como algo más que un hotel, nace con la intención de convertirse en un nuevo templo del mapa social y sonoro de Ibiza, un estallido controlado de luces y vatios confiado a la seguridad de una revolución hotelera cuyos pilares maestros son la diferenciación y la tecnología. No un cinco estrellas al uso, sino un hotel lujoso que apuesta por la tematización y la innovación. Así se lidera el futuro.
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