Con el final de año, hacemos recuento de los instantes que perdurarán en nuestro recuerdo y ponemos nota a lo que ha sido este largo periodo. Esto mismo hacen las bodegas y las organizaciones e instituciones relacionadas con el vino y el consumo de este producto, que recopilan datos que caracterizan y definen lo que ha sido este intervalo de tiempo, el año 2015. Las cifras que se desprenden del análisis realizado por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), realizado a partir del panel de consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) para el canal Alimentación, nos han traído buenas y malas noticias. ¿Quieren que empiece por las buenas o por las malas, como se dice?
El consumo de vino en los hogares españoles al cierre del pasado 2014 (como ejemplos, esa copita en las comidas tan recomendada por los médicos o las celebraciones que hemos regado con este caldo), ha caído en volumen hasta un 4,3%, unos 395,7 millones de litros. En términos de valor, la caída es del 1,9%, hasta los 1.023,9 millones de euros. Sí que aumentó, por otra parte, el precio medio, hasta los 2,59 euros por litro, un 2,5% más que en 2013. Esto quiere decir que se consume menos vino, sí, pero que el que tomamos es más caro, al aumentar el consumo de los vinos con Denominación de Origen, con mayor valor añadido, y caer el de los vinos sin D.O., más económicos.
Sin embargo, esta buena marcha del consumo de vino con Denominación de Origen no logra compensar las pérdidas registradas por los vinos sin ella, y por los espumosos y cavas, que provocan la caída global del consumo de vino en Alimentación.
Por Comunidades Autónomas, Cataluña lidera el ‘ranking’ de consumo de vino en Alimentación, mientras que el País Vasco es la comunidad con más gasto per cápita en este canal. Llama un año más la atención el hecho de que comunidades productoras importantes, como son Castilla-La Mancha o La Rioja, tengan bajos índices de consumo y gasto per cápita, que puede ser el reflejo estadístico de un mayor autoconsumo o bien de una cierta tendencia mayor al consumo en el canal de Hostelería.
Queda claro, por tanto, que los hogares españoles prefieren consumir menos vino sin titularidad de calidad y, por ello, asumen pagar más por los vinos a degustar.
Después de hablar de unos datos poco halagüeños, les mostramos ahora cifras más positivas, las buenas noticias. Según los últimos datos de la Agencia Tributaria, analizados por el OEMV, las exportaciones de vinos españoles aumentaron, en los ocho primeros meses de 2015, un 13% en volumen y un 5% en valor, hasta los 1.598 millones de litros y los 1.636 millones de euros. Se retoma, así, la senda positiva que han venido siguiendo estas facturaciones internacionales.