Habrán oído de forma reiterada la frase: “Yo soy yo y mi circunstancia”. Una idea del filósofo y ensayista español Ortega y Gasset, que aparece en su obra “Meditaciones del Quijote”. Pensamiento nada trivial, que marca el movimiento a seguir. Nos guste o no, su influjo se hace sentir inexorablemente.
De este modo circunstancial llegó el cántabro Óscar Solana al mundo de la hostelería, en un primer momento, y al de la coctelería, algo después. Situaciones vitales que determinaron un cambio de rumbo en su vida.
¿Y por qué no hacer en ella lo que nos gusta y apasiona? Seguramente esta es la pregunta de muchos. Pues bien, la diferencia estriba en ponerla o no en práctica. Óscar, lo hizo, y halló su camino. Se encontró con una apasionante profesión, que le aguaró pacientemente hasta que llegó su momento. Y llegó. ¡Vaya si llegó! Haciendo ruido en el agitar de su coctelera y metiéndose en el bolsillo el parabién del jurado de diferentes competiciones, con sus creaciones ‘mixológicas’. Sucediéndose sus éxitos desde que decidió dar rienda suelta a “algo que se lleva dentro”, como me relata Óscar durante el transcurso de nuestra agradable conversación.
¿Algunos ejemplos? Subcampeón del Campeonato de Baristas de Cantabria en el año 2012; Mejor ‘gin tonic’ del Norte de España en el concurso de ‘gin tonics’ organizado por Orangina Schweppes, que le abrió las puertas de la final nacional en el que obtuvo el cuarto puesto el pasado 2013. De ahí dio el salto a la renombrada ‘World Class Competition’ este año, consiguiendo pasar a la final nacional celebrada en Madrid el pasado mes de junio, posicionándose en tercera posición en la prueba de maridaje (Bartender-Bar-Chef), en quinto lugar en la prueba de velocidad (Cócteles contra reloj) y alcanzando la primera posición en la de Martini de autor (Theatrical & Stars-Martini de autor), “con un cóctel al que le puse el nombre de ‘Dry Pasiego’”, como me comenta Óscar.

 

 

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