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El sector vinícola trata de acercar los vinos al consumidor de entre 25 y 34 años. Es necesario hacer llegar que no hay que entender de vino, sino disfrutar con él, hay que darles lo que buscan y adaptar el lenguaje a ese público y simplificarlo. Hay que formar al personal que está en contacto con el consumidor y crear Marca España

El concepto de cercanía marca tendencia también en el sector vinícola. Esa visión compleja y de difícil acceso debe renovarse por una más próxima al consumidor, especialmente entre los jóvenes con los que debe adoptar un lenguaje propio de comunicación y de conexión con ellos, en una vertiente desenfadada, emocional y divertida, entendiendo sus intereses y ampliando su conocimiento, para aumentar el consumo que cae particularmente en ese segmento de población.

De hecho, el sector busca medidas para acercar los vinos a personas de entre 25 y 34 años. La temática se abordó en la II Jornada S.O.S. Vino en España organizada por Lidl, uno de los principales puntos de distribución de nuestro país, abriéndose un debate entre diversas personalidades de la enología, con perfiles diferentes, y moderado por Fernando Mora, ‘Master of Wine’ 2017, que se centró, además de en qué debe hacer el sector para llegar a ellos, en cuestiones como ¿qué tienen en cuenta los jóvenes cuando eligen un vino: el precio, la etiqueta, la historia que hay detrás?

Según el Informe Kantar Worldplanet realizado para Lidl el pasado año, el consumo de vino entre el público joven, de menos de 35 años, se sitúa por debajo de la media nacional: los hogares jóvenes compran vino de promedio una vez cada dos meses, con un gasto de 23 euros al año y un consumo de 10 litros por año, frente a la media global de hogares españoles, que compran vino una vez al mes de promedio, gastan 63 euros al año y compran 27 litros al año.

Como señaló Fernando Mora, los jóvenes buscan facilidad e inmediatez para la compra, con plataformas y puntos de venta que actúen como prescriptores; personalización, con herramientas que les ayuden a descubrir los estilos de vino más afines con ellos; un concepto local y de sostenibilidad, fomentando la compra local y recordándoles que es un producto natural y cercano; un concepto de fusión, para perder el miedo a las bebidas hechas con base de vino, como por ejemplo la sangría, y fomentar su enfoque social y de disfrute; un concepto de activación, que se refiere a la conexión con los jóvenes asociando el vino a experiencias que desean vivir; Transparencia, hablar del vino de forma sencilla y dándolo a conocer; Trade-up, el vino hace sentir bien y se está dispuesto a pagar más por ello en determinadas ocasiones; experimentar, formentando el concepto de ‘life style’, de disfrutar, potenciando experiencias como el enoturismo; felicidad y bienestar, el vino es disfrutar y hay que fomentar momentos de consumo informales y ligados al ocio; y educación, haciéndoles perder el miedo al vino derribando la creencia de que es un producto complejo.

Al respecto, Susana García, directora de la Organización Interprofesional del Vino en España (OIVE) comentaba que “No se trata de saber de vinos, sino de que la vida tiene muchos momentos para disfrutar del vino”, objetivo de la campaña que han puesto en marcha denominada “Marida mejor tu vida con vino” rejuveneciendo la imagen de este producto y haciéndolo más cotidiano. Por su parte, el propietario de Bodegas Neo, Javier Ajenjo, decía que hay que invertir la pirámide del vino no poniendo en la cúspide a la marca, sino al consumo del vino en general. Hay que crear nuevas estrategias de ‘marketing’ con las que se identifiquen, como el festival de música que organiza la bodega en el que más de 25 mil jóvenes beben “Ribermocho”, calimocho con base vino Ribera del Duero”. Jorge Navascués, de Enología Navascués, como elaborador de vino que es, señalaba que el productor no es humilde. Hay que salir al mercado y no fijarse tanto en nuestro viñedo, y hacer que los jóvenes vengan. Hay que ser más profesionales e invertir en campañas de comunicación con estrategias de ‘marketing’, comunicando con un lenguaje más sencillo y emocional, pero sin perder la identidad”.

 

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