Empezaré a contarles esta bonita historia de pasión por la cocina a raíz de una frase muy elocuente del protagonista de estas páginas: “Llevo toda la vida comiendo bien y no sé comer mal. En las recetas de mi casa, con productos sencillos, se buscaba siempre hacerlas de la mejor manera. Era todo tan perfecto, que una simple salsa ragú para mí era la mejor del mundo”, manifiesta con orgullo Domenico Leonardo Russo. De ese buen yantar y esa perfección, se ha nutrido Domenico desde su nacimiento, por ello no es de extrañar que en Amantea Ristorante, los comensales queden tan satisfechos de lo que allí degustan y que deseen compartir con todos los usuarios de las redes sociales su grata experiencia, recomendando platos que probaron. “Han salido también comentarios en algunas páginas web como Tripadvisor y El Tenedor de recetas elaboradas con la pasta fresca ultracongelada de Surgital, que gusta mucho”, puntualiza Domenico Russo.
Amantea Ristorante ha abierto sus puertas hace escasamente tres meses en la capital española, lo que ha supuesto la materialización de un proyecto de su autor, que desde niño le decía a su madre que con lo bien que cocinaba ¿por qué no abría un restaurante? Su madre nunca lo hizo, pero Domenico llevaba tan dentro ese sueño, que lo acaba de hacer realidad cuando no lleva ni un año viviendo en Madrid.
Domenico vino al mundo en Venezuela, pero sus ascendientes son de tierra italiana, concretamente del sur del país, de un pueblo llamado Amantea, en la provincia de Cosenza (Calabria). El don de su madre, abuela y madrina por el buen hacer en los fogones, además de la profesión hostelera de alguno de sus tíos, desencadenó en él una fuerte vocación culinaria que le llevó incluso a olvidarse de que era un ingeniero civil, como el mismo me relata.

 

 

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