En buena parte de los hogares y en los establecimientos hosteleros españoles podemos encontrar, y pocas veces faltarán, los embutidos ibéricos. Estas carnes curadas y condimentadas son un producto muy apreciado, ya no sólo dentro sino también, fuera de nuestras fronteras. Los embutidos, muy arraigados en la gastronomía española, cada vez más se hacen un hueco en el mercado internacional, sin dejar de ser considerados un producto ‘gourmet’. Aunque no existen datos exactos de las exportaciones de ibérico, porque los códigos de aduanas no distinguen los productos de cerdo blanco y los de ibérico, desde Iberaice-ANICE, la organización que agrupa a las empresas cárnicas miembros de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España, estiman que alrededor de un 10% de las exportaciones españolas de jamones y paletas curados (los productos estrella) son ibéricos, con un tendencia claramente creciente año a año. Para muestra un botón. En el año 2012 estas exportaciones de embutidos en general, fueron de 26.807 toneladas métricas ™, con lo que las de jamones ibéricos serían de unas 2.700 tm. Si ya hablamos del año 2013, estas operaciones internacionales sumaron 31.164 tm, casi 3.200 tm para los jamones ibéricos, lo que supone aproximadamente un 14% más que en 2012, a nivel general. Por último, en el pasado 2014 esta subida de exportaciones se repite de nuevo, suponiendo un incremento de alrededor del 14% hasta las 36.237 tm, siendo unas 3.600 las toneladas de productos ibéricos.
Según apuntan desde Iberaice-ANICE, el producto más exportado entre los ibéricos es el jamón, aunque en los últimos años, las carnes frescas de ibérico han experimentado un fuerte desarrollo, en mercados que valoran este tipo de producto, como es el caso de Japón. Los principales mercados a los que se dirigen los embutidos ibéricos españoles son Alemania, Francia y Portugal, en Europa, y Japón, en Asia.

 

 

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