La belleza cautiva los sentidos. Cualquier forma de insensibilidad se resiste ante ella. En estas páginas queremos presentarles uno de esos paraísos que no dejan indiferente. La vista, el olfato y el gusto se funden en una única realidad, envuelta en una atmósfera de pasión propiciada por los propios fundadores del proyecto. Ana Lourenço y Aristides Anjos dieron vida en julio de 2009 a un restaurante que es mucho más que eso. Se trata de una creación fruto de su adoración por la belleza natural de la región en la que lo construyeron, piedra a piedra, entregados en cuerpo y alma; siendo también producto de su amor hacia la riqueza gastronómica del país, como comenta Ana Lourenço durante nuestra agradable conversación.
Ubicado en el centro de Portugal, a orillas del río Zêzere, a 4 km de Barragem do Castelo de Bode, en la localidad de Alverangel- São Pedro de Tomar, el restaurante, al que es muy fácil acceder dadas las buenas carreteras y nuevas autopistas desde diversos puntos del país, brinda a los comensales un tratamiento más allá de esa condición de clientes. El matrimonio Anjos-Lourenço levantó una casa para recibir a los clientes a los que consideran sus amigos, creando un ambiente acogedor y confortable para que la gente se sintiera como en su casa. Todo ello en un marco rústico donde predominan materiales naturales de la región como la madera y la piedra, conjugados con cristaleras panorámicas a través de la cuales se puede contemplar la naturaleza en la que uno está inmerso. Además los espacios cuentan con chimenea, tal y como relata Ana Lourenço.
Un gran desafío, como apunta Ana, para esta pareja que ha sabido entremezclar y compaginar a las mil maravillas la experiencia decenal de Aristides en un hotel de cinco estrellas y las habilidades decorativas de su esposa, que tenía una empresa de decoración de interiores de espacios comerciales, así como su don de gentes.
Desde el momento de la inauguración del establecimiento tuvieron claro lo qué querían que fuera O Sabor da Pedra y lo qué deseaban ofrecer en él. Un espacio que engloba diferentes áreas, que se complementan y les otorga la posibilidad de satisfacer la amplia demanda de los clientes, como son el restaurante, la bodega, el bar, las tapas, los eventos particulares y de empresas que también llevan a cabo, además de una tienda ‘gourmet’. “Combinamos nuestra gastronomía con los vinos que tenemos, unas 500 referencias de diversas regiones portuguesas como Douro, Dão, Bairrad, Tejo, Lisboa o Alentejo, cuidando mucho la temperatura de servicio y la cristalería. Etiquetas que también vendemos a la clientela. Pero, también tenemos un bar donde degustar bebidas Premium como ‘champagne’, ‘brandy’ ‘whiskies’, ‘spumanti’, rones, coñacs, aguardientes, tequilas, ginebras… Asimismo, ahora en verano, preparamos los jardines ‘lounge’ donde poder degustar platos más ligeros y desenfadados como diversas tapas regionales, que nosotros llamamos ‘petiscos’. A su vez, contamos con diversas salas para la realización de eventos; espacios interiores y exteriores que nos permiten también desarrollar eventos temáticos como actuaciones de músicos de fado, ‘jazz’, etc.”.

 

 

Leer el artículo completo en la revista