Ya sea vino, cerveza, destilado o refresco, la cristalería ofrece siempre las más variadas soluciones para que el profesional hostelero pueda escoger la mejor forma de vestir las bebidas de que dispone en su establecimiento. Desde Euroselecció han querido abordar la importancia de este aspecto: “muchas veces y sobretodo en los vinos, una mala copa, desmerece el trabajo realizado por las bodegas y los enólogos. Todo el cariño con el que se ha realizado la vendimia, la crianza y su posterior comercialización se traslada al cliente final, muchas veces de la manera más inadecuada, y desgraciadamente el cliente no percibe ni saborea la esencia de ese vino o champagne”. Pero el responsable de un negocio de hostelería o restauración, no sólo demanda que el continente conserve
inalteradas las propiedades del contenido, también solicita que el producto donde se sirva posea unas características de durabilidad y resistencia. Las empresas del sector como Vicrila, coinciden también en este punto. “El profesional de la hostelería demanda un artículo templado en su totalidad, con una resistencia al choque mecánico que le permita alargar la vida del vidrio hasta cinco veces más. Además, ha de ser resistente a contrastes de temperaturas de 135 ºC para poder introducirse en el horno microondas y en el lavavajillas”.

 

 

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