Los embutidos de la empresa Negrini tienen el valor añadido de su propia elaboración en la fábrica de la familia ubicada en Renazzo (Italia). Su garantía de máxima calidad se ve fortalecida también con el continuo incremento de esta gama de productos
Hoy en día, la calidad de los productos debe ir acompañada de variedad. Los profesionales del gran universo de la hostelería demandan diversidad que ofrecer a su propia clientela en los establecimientos, ya que el consumidor final de este siglo se caracteriza por la avidez que demuestra en conocer y probar cosas nuevas, además de poderlas degustar con mil y una combinaciones posibles.
En ese caminar al ritmo de las tendencias del mercado, la empresa Negrini se pinta sola. No solo se muestra atenta a las necesidades y exigencias de los profesionales y consumidores, sino que también se adelanta a ellas. Su talante pionero es otro de sus valores añadidos, que sumado a la extensa gama de productos que componen su catálogo, los cuales lucen la mejor calidad que se puede encontrar en el mercado, y al asesoramiento y soluciones que la compañía brinda continuamente al sector, han llevado a la misma a ostentar una posición de liderazgo. De hecho, Negrini se posiciona como una relevante importadora y distribuidora de productos enogastronómicos italianos de alta gama en nuestro país.
Las más de 1.300 referencias de genuinos productos transalpinos que presentan se hallan clasificadas por categorías en su dilatado elenco, y todas ellas brillan con luz propia. No obstante, en esta ocasión, concederemos un rol destacado al capítulo de embutidos de Negrini, grandes joyas de su oferta, los cuales no conocen de números ‘clausus’. Tanto es así que su gama no para de crecer.
Estos embutidos son de producción propia de la familia Negrini y se elaboran en la fábrica que poseen en Renazzo, en la provincia de la región italiana de Emilia Romagna. Una producción caracterizada, además de por la máxima calidad, por la innovación. Negrini sorprende continuamente al mercado por su amplio surtido único y diferente, que aumenta de forma constante. Dada la pluralidad de embutidos con que cuentan, en estas páginas, les podemos presentar más en profundidad algunos de ellos. Por ejemplo, destapamos la esencia de la ‘mortadella’, su producto estrella, y recorreremos sus variados tipos.
Comenzamos por la ‘Mortadella Classica’, el embutido más representativo de Negrini, cuya tradición se remonta al siglo XI. Se obtiene de carnes de cerdo blanco italiano Gran Suino Padano D.O.P. de las cuales se utilizan los cortes nobles, sobre todo de la paleta y la carrillada. De hecho, para la parte rosa se emplea la paleta y para los cubitos de grasa, el ‘guanciale’ (la carrillada). Además se añaden especias, sal, pimienta negra y blanca, ajos, nuez moscada, clavo y semillas de cilantro.
Esta ‘mortadella’ tiene las mismas calorías que un jamón cocido y no contiene gluten, lactosa, completo de polifosfatos, caseinato de calcio, ni glutamato.
Respecto a la ‘Mortadella con Trufa’, Negrini fue pionera en proponer esta combinación de la trufa negra con la ‘Mortadella Gran Bologna IGT’, obtenida de carnes del cerdo Gran Suino Padano D.O.P. La trufa negra proviene de Savigno, una de las zonas típicas de Italia para la recolección de trufa. Esta ‘mortadella’ no contiene gluten, lactosa, completo de polifosfatos, caseinato de calcio, ni glutamato.