Una compañía familiar longeva, con un espíritu innovador desde su fundación. Su distinguida producción de sidras en el mercado ha ido evolucionando en el tiempo y a ella se han sumando otras categorías de productos como la línea de platos preparados o los vinos elaborados en su bodega Real Agrado

Nada más y nada menos que 130 años de historia, de tradición, marcados por la creatividad. Un gen intrínseco al tejido empresarial del Grupo El Gaitero (www.sidraelgaitero.com), ya que como afirma Ricardo Cabeza, director general de la compañía, “la innovación es parte de nuestra tradición”. 

Grupo El Gaitero, presente en los cinco continentes, basa su exitosa trayectoria en dos pilares fundamentales. “Por un lado, la fidelidad a los valores fundacionales de la compañía. Nuestro arraigo a la tierra y el compromiso con nuestro entorno humano y geográfico. De hecho, tenemos una fundación en Villaviciosa (Asturias) para conservar los valores y la tradiciones de esta localidad. Y, por supuesto, esa fidelidad va acompañada de la ética en la actividad productiva. Si una empresa no es ética, no permanece en el tiempo. Y, por otro lado, el segundo pilar esencial es el compromiso familiar. Actualmente, la compañía está dirigida por la quinta generación y ese respaldo familiar aporta una visión a medio y a largo plazo que hace que los negocios perduren, a pesar de las visicitudes de toda índole como guerras, pandemias, etc., que se puedan atravesar en tantos años de actividad”, comenta el director general.

El origen de la compañía se remonta al siglo XIX, cuando tres familias decidieron unir sus esfuerzos en una iniciativa pionera en el Concejo de Villaviciosa: la industrialización de la elaboración de la sidra, la bebida asturiana por excelencia. El 24 de mayo de 1890 se constituyó la Sociedad Regular Colectiva Valle, Ballina y Fernández (conocida mundialmente a través de su marca Sidra El Gaitero), que diez años después se convertiría en sociedad anónima. 

“La empresa nació como consecuencia de la innovación motivada por la necesidad. En aquella época muchos asturianos emigraron a América, principalmente a Cuba y a México, y  debido a la añoranza que sentían por esta bebida, se produjo una gran demanda de la sidra. La sidra natural no viajaba bien, era muy inestable el producto y las condiciones de transporte no hacían más que empeorarlo y para evitar su deterioro necesitaba conservación. Así fue como, fruto de la innovación, surgió la carbonatación de la sidra que permitía su conservación durante un tiempo. Por tanto, ya en 1890 la empresa comenzó innovando y exportando, aún no se comercializaba la sidra en España, y hubo que esperar a la década de los años 50-60 del pasado siglo cuando José Cardín Fernández (tercera generación de la familia) y su equipo, pioneros en ‘marketing’ y publicidad, impulsaron el gran despegue de la sidra por todo el territorio nacional con conocidas campañas como “La sidra El Gaitero famosa en el mundo entero” aunque, por aquel entonces, ya había demanda de esta bebida”. 

Hoy en día, la línea de negocio del Grupo El Gaitero engloba la producción de diferentes tipos de sidras que contempla la D.O.P. Sidra de Asturias, y se extiende a otro tipo de productos, siempre abanderados por la máxima calidad.

“La producción comenzó con nuestras sidras clásicas (espumosas) como son El Gaitero etiqueta blanca y El Gaitero Extra (etiqueta dorada). Posteriormente, surgió El Gaitero Sin Alcohol, la única sidra sin alcohol del mercado; de ahí evolucionamos hacia la producción de sidras naturales espumosas, con segunda fermentación, como La Pomarina Brut (método ‘charmat’), Valle, Ballina y Fernández Brut Nature (método ‘champenoise’), y El Gaitero Etiqueta Negra (método ‘charmat’). También elaboramos sidras naturales elaboradas de forma tradicional, pero que no necesitan escanciado (posteriormente las filtramos y estabilizamos) como son La Pomarina Natural o El Gaitero Natural. Después llegó la sidra de hielo 1898, que la hacemos con manzana congelada, la prensamos y extraemos un mosto más condensando. Para su elaboración se necesitan 10 kg, de manzana por litro de sidra. Se trata de un producto más ‘gourmet’ ideal para acompañar patés, postres, etc. 

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