La última apertura del Grupo Carbón, perteneciente a Larrumba Holding, ofrece una experiencia de disfrute a 360º en ámbito culinario, líquido y con una propuesta artística, atrevida, elegante y sorprendente. Un local que embruja los cinco sentidos de la clientela
Pionero en una propuesta de valor que combina la alta gastronomía y el ocio experiencial, Larrumba Holding, formado por Grupo Larrumba y Grupo Carbón, se ha convertido en un referente en el sector a nivel global. Con numerosos restaurantes emblemáticos en su haber como Marita, Habanera, Perrachica, Frida, Harrison 1933 (coctelería), Botania, Pipa & Co., Peyote San, Catarsis y La Chingona en el ‘portfolio’ de Grupo Larrumba, y brasa, Carbón Negro, Castizo, La Fonda Lironda y Fanático, el último en llegar a la cartera del Grupo Carbón, Larrumba Holding se establece como uno de los grupos de hostelería líderes y de mayor crecimiento en España. De hecho, en los próximos meses, se pondrán en marcha nuevos proyectos de impacto dentro y fuera de la capital española.
Centrándonos en el recién llegado a la familia, cabe señalar que Fanático, ya como su propio nombre indica, define acertadamente el disfrute holístico de todo aquel que traspasa el umbral de su puerta en el número 43 del madrileño Paseo de la Castellana. Este concepto gastronómico se concibe en torno a la experiencia de un fanático del vivir al que le gusta experimentar en todos los sentidos: un personaje con millones de vivencias que reúne sus recuerdos dentro de un espacio en el que comer y beber es una fantasía.
Ese entusiasmo exacerbado se transporta a cada experiencia que allí se puede vivir. En terreno culinario, Fanático ofrece una cocina mediterránea y especialmente española, a la que otorga toques originales con un profundo respeto por el producto, elaborado con la mejor técnica sin enmascarar el sabor original, como el ‘Carpaccio de atún de Almadraba aliñado con yema de huevo de corral curada en salsa de soja y aceite Arbequina’; el ‘Bacalao a la brasa’, del que se aprovechan sus jugos de cocción para hacer un pilpil al momento; o unas ‘Flores de calabacín fritas en tempura rellenas de tartar de gamba blanca’ que recuerdan a unas tradicionales gambas al ajillo, o los buñuelos de carne guisada y salsa brava.