Hay que ver las vueltas que da la vida. A veces los senderos por los que caminar se presentan de forma inesperada, y de un modo, que su rechazo resulta irrefutable. Pero, de nuestra voluntad depende perfilar esas rutas a seguir. No todo está trazado desde un principio. Sin duda, ser receptivo al mundo y encararle con un espíritu activo, inquieto y lleno de curiosidad por aprender y descubrir, son ingredientes clave para ello. Ingredientes que ha sabido combinar muy bien Eloy García Vergara para encontrar su pasión y habilidad profesional, consiguiendo deleitar al mundo con sus creaciones ‘mixológicas’. “Por casualidad me introduje en el mundo de la coctelería. Desde que era niño me he dedicado a la hostelería, un sector que más tarde dejé aparcado. Pero, por circunstancias de la vida, me vi obligado a introducirme de nuevo en él descubriendo la coctelería y mis buenos movimientos en el mundo del bar. Poco a poco empecé a investigar y observé que tenía un don especial para hacer combinaciones y que a los clientes les gustaba lo que preparaba, llevándome todo ello a dedicarme de forma profesional a la ‘mixología’ desde el año 1989”, comenta Eloy durante nuestra agradable charla.
Un terreno que sólo había empezado a deslumbrarse, ya que en aquel entonces, probablemente ni el propio Eloy podría imaginar la interesante trayectoria que le depararía esa profesión, que le cautivó “por el trato humano con los clientes y por el modo de impresionarles con las creaciones que se les presentan. Una sonrisa de la clientela me llena mucho más que cualquier otra cosa. La coctelería es un arte en el que uno expresa sus sentimientos, como en otras disciplinas”, detalla Eloy.
La esencia del Caribe que encontró en una botella de ron venezolano que un día le regalaron, le sedujo de tal manera que su amor por ese destilado de la caña de azúcar lo profesa desde el año 1988 coleccionando botellas de ron, “cuando en aquel entonces en España prácticamente no existía ninguna marca de este producto”, comenta Eloy.

 

 

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