En 2021, el consumo de espirituosos creció un 9,9%, pero está aún un 20% por debajo de los niveles prepandemia. En cambio, las exportaciones se han incrementado en más de un 30% y mejoran las cifras de 2019

El mercado de las bebidas espirituosas empieza a recuperar su buena salud como se desprende del crecimiento del consumo experimentado el pasado año, un 9,9%, con respecto a 2020, alcanzándose los 165 millones de litros. No obstante, esta cifra es aún inferior a la registrada en 2019, fecha anterior a la crisis sanitaria del coronavirus, situándose en un 20% por debajo de las de ese año, como señala el Informe Socioeconómico recientemente presentado por la Federación Española de Espirituosos, Espirituosos de España. 

Cabe recordar que la pandemia asestó un duro golpe a este sector en 2020 llevando a las bebidas espirituosas a sufrir un descenso en sus ventas de entre el -30% al -50% (llegando al -80% en algunos casos singulares) poniendo de relieve su fuerte vinculación con el canal de Hostelería y su modelo de consumo social, asociado a momentos de ocio y disfrute. De hecho, en dicho canal se registran 7 de cada 10 consumiciones, como detalla el citado informe. Y precisamente las medidas adoptadas para la contención de la Covid-19 (cierre de locales, restricciones de movilidad, de aforo…) dañaron seriamente al consumo en el sector. 

Además, ese arraigo con la hostelería se percibe también en el hecho de que la mayor parte del empleo generado por el sector de los espirituosos está íntimamente relacionado con el gasto producido en la restauración, la hostelería y el turismo. Así, al sector de las bebidas espirituosas pueden atribuírsele más de 5.000 empleos directos, que contribuyen de forma importante a fijar población en la España rural. Pero su contribución indirecta es aún mucho mayor, ya que por cada empleo directo se generan 9 empleos indirectos o inducidos en sectores afines, como la hostelería, el turismo, o la agricultura, según datos del informe. 

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