Massimiliano Pogliani, CEO de illycaffè spa, nos habla de las acciones que la empresa ha puesto en marcha para hacer frente a la crisis del COVID-19, de las medidas que implementará para la vuelta a esa “nueva normalidad” y, en concreto, para apoyar al sector Horeca; así como de la expansión de la digitalización 

Siempre en su objetivo de buscar un beneficio común en el desarrollo de su actividad y operando de forma responsable, sostenible y transparente con las personas, la comunidad, el territorio y el medio ambiente, illycaffè ha estado al frente, desde el minuto cero, de las necesidades de los sanitarios e instituciones, de los consumidores y de los profesionales de la restauración, ante la situación provocada por la pandemia mundial que atraversamos.  

La empresa illycaffè, Società Benefit, y siempre cercana a su propia tierra natal, Trieste, ¿qué acciones ha llevado a cabo para hacer frente a la emergencia sanitaria que vivimos?

“Desde el inicio, illycaffè se ha mostrado siempre cercana a la población a la hora de hacer frente con acciones concretas a la emergencia provocada por el COVID-19, con una particular atención por todas las personas que luchan en primera línea contra el coronavirus. Al principio realizamos donaciones de café a todos los departamentos de terapia intensiva de los hospitales de la región (Friuli Venezia Giulia), al cuerpo local de Protección Civil que entregaba la compra a los más necesitados; así como a Cáritas. Asimismo, nos pusimos en contacto con el Centro Universitario de Salud Goriziana Isontina, coordinadora de los hospitales de dicha región, y a través de una donación hemos contribuido a la creación de una nueva unidad con 33 nuevas camas en cuidados intensivos y sub-intensivos del hospital de nuestra ciudad, Trieste”.

¿Qué medidas ha adoptado la empresa para frenar el impacto del COVID-19 en su actividad productiva?  

“Desde el comienzo adoptamos la fórmula del teletrabajo para todos los empleados que podían desarrollar su trabajo desde casa. En cambio, para aquellos que debían llevar a cabo su función laboral en la propia sede de la compañía, como las actividades de producción, logística, calidad, establecimos normas rigurosas para el distanciamiento y la prevención. Por ejemplo, el personal que trabaja en producción ha sido dividido en turnos separados, con el fin de evitar aglomeraciones durante los cambios de turno, y han sido dotados con  equipos de protección individuales necesarios como mascarillas, guantes, desinfectantes, etc. 

Siempre en la zona de producción, los espacios comunes se han ampliado, tales como los vestuarios y las duchas. Además, desde el primer momento, hemos impuesto un rígido protocolo para la prevención del contagio, que hasta el momento ha funcionado bien. A su vez, hay que señalar que esta zona productiva se desinfecta con cada cambio de turno de trabajo y en algunos locales se interviene también con ozono”.  

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