Su amplia y variada oferta artesana, innovadora y de calidad encuentra una simbiosis perfecta entre productos de la tierra andaluza, aquellos inspirados en los viajes de su autor, Massimo Pozzi, y en los de su tierra natal, Italia. Además, crea helados con plancton marino

Massimo Pozzi es un maestro heladero italiano que vive con pasión su profesión. Le gusta probar, innovar, experimentar, descubrir y empaparse constantemente de conocimientos para hacer llegar a la clientela lo mejor de sí y de su dulce quehacer artesanal, para el que le gusta inspirarse en sus viajes por el mundo, en las estaciones del año y en los productos de la tierra andaluza que lo acoge y de la localidad gaditana donde está afincado: El Puerto de Santa María.

Originario de Monza, en provincia de Milán, pero “apasionado de España y del mundo, como me dice durante nuestra agradable charla”, Massimo, por avatares de la vida, llegó hasta la provincia de Cádiz en la que deseó establecerse y poder ejercitar su maestría heladera. Y así lo hizo. Llegó a la localidad de El Puerto de Santa María en el año 2009 y en marzo de 2010 ya colgaba el cartel de abierto a su primera heladería, ubicada en el número 22 de la calle Luna. El segundo establecimiento, a escasos metros del primero, vio la luz en 2012, y se erigió en la localidad como una yogurtería-cafetería que, con el tiempo, se ha convertido en una cafetería-crepería fundamentalmente. En 2017, Massimo tomó el relevo de una histórica y prestigiosa heladería de El Puerto, enclavada también en la calle Luna, con motivo de la jubilación de sus dueños, quienes le propusieron continuar con la actividad. Todo un orgullo para Pozzi, como me relata. Y, por último, en ese mismo año, y junto con una socia cogieron un pequeño local en la Plaza de la Herrería y crearon una tienda de ‘souvenirs’ que después cambió su destino por el mundo de los helados. Negocio que, actualmente, regenta en solitario, al igual que el resto de locales. Una heladería experimental que lleva el nombre de La Granja Da Massimo, a diferencia de los demás locales a los que se les bautizó solo como Da Massimo.

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