El vino es un producto de tradición, historia y abolengo. Al pensar en los grandes nombres asociados al vino desde tiempos inmemoriales, pocos recordarán los relacionados con las mujeres, incluso si pensamos en la antigüedad. El mundo del vino ha sido tradicionalmente masculino, pero desde los comienzos de la humanidad encontramos al género femenino ligado al vino: la señora del vino en la mitología egipcia fue Hathor, o las Bacantes, las griegas adoradoras del dios Baco. Hasta hace pocos años, el mundo del vino olvidaba a las mujeres expertas en viticultura, vendimiadoras o bodegueras, mujeres ahora reconocidas y muy valoradas. Muchos motivos sociales han influido para que ello ocurra. Pero quizás, pionera en esta cruzada, ha sido AMAVI (la Asociación de Mujeres Amantes de la Cultura del Vino). Esta organización se convirtió, hace 20 años, en la primera entidad en España que tenía como propósito acercar el vino a la mujer. Su fundadora, Sonia Prince de Galimberti, había trabajado en este sector desde los años 70 cuando creó junto a su marido el primer club de vinos de España: Vinoselección. Para Sonia, el vino ha sido un elemento de importancia crucial en su vida, pero también todo lo que le rodea, cultura y experiencia. Sin embargo, veía que este mundo estaba restringido a las mujeres, por lo que en 1996 crea la asociación. Esta iniciativa inmediatamente fue secundada por mujeres relacionadas con el sector. Así, AMAVI nace auspiciada por enólogas, periodistas, empresarias vinícolas, comunicadoras y políticas responsables del comercio y la alimentación, reuniendo hoy en día un numeroso grupo de aficionadas y profesionales.
AMAVI centra sus objetivos en el desarrollo de acciones encaminadas a realzar la cultura y el aprecio del vino. Al mismo tiempo, representa una puerta abierta tanto para dar a conocer la presencia de la mujer en este mundo como también, y en un plano más general, servir como plataforma para apoyar y reconocer la labor de ellas en diferentes ámbitos y disciplinas de la sociedad. “En un mundo tradicionalmente masculino, hoy contemplamos satisfechas la evolución del sector durante la última década. Creemos que en la actualidad se valoriza más la presencia de la mujer tanto como profesional o como consumidora, que, sin lugar a dudas, ha logrado también ensanchar horizontes y mantener la consigna de la educación, el respeto y, sobre todo, la moderación en el consumo de este noble producto”, afirman desde la asociación.
Echamos la vista atrás y recordamos que AMAVI ha sido precursora en organizar eventos relacionados con otros sectores como el vino y la moda, impulsora y promotora de la ‘International Associated Women in Wine’ (IAWIW), además de organizadora de subastas de vino, catas únicamente para mujeres… También ha llevado a cabo estudios enfocados a la última consumidora, mecenazgo de mujeres sumilleres, enólogas, o recopilado datos de hábitos de consumo de vino en las mujeres.
Podemos destacar algunas fechas señaladas en el calendario de la asociación, que este año cumple su 20 aniversario: la presentación oficial de AMAVI tuvo lugar en la cena-celebración de los Premios ‘Bacchus’ 1996; tres años después, en 1999 se celebró la I Fiesta del Vino y de la Moda, con una subasta benéfica a favor de la ONG Nuevo Futuro; en el siguiente curso, en 2000, tuvo lugar la I Edición de los Premios AMAVI de Mujer; la periodista Concha García Campoy se convirtió en Mujer del Vino del Año 2001; fue en el año 2011 cuando se celebró la I Edición de la Cata Concurso Los Vinos Favoritos de la Mujer.
Como ejemplo ilustrativo, una de estas recopilaciones de datos llevadas a cabo por AMAVI, nos dejaban algunos datos interesantes sobre los hábitos de las mujeres que consumen vino. Durante una cata, las 200 participantes completaron una encuesta a cerca de sus hábitos de consumo en torno al vino. Los resultados que se obtuvieron sorprendieron por su desmitificación de algunas creencias populares sobre las preferencias femeninas, como la idea de que las mujeres se decantan por los vinos dulzones con toques efervescentes. Nada más lejos de la realidad. Según los datos aportados por la asociación, a la mujer española le gusta el tinto: el 46% prefiere vino tinto, seguido del 28% que prefiere el blanco, el 12% el espumoso, el 6% el rosado, el 5% el vino dulce y el 3% el generoso. De las encuestadas, el 78% se encarga de su compra y un 59% lo consume entre 1 y 2 veces por semana, frente a un 31% que lo hace diariamente y un 10% esporádicamente. Si hablamos de Denominaciones de Origen, la preferida es Ribera del Duero, seguida de Rioja y Rueda.

 

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