Si Asturias ya es sabor en sí misma, desde hace un año, Gijón se ha convertido en un punto de conexión entre el mundo de la gastronomía, la enología y la coctelería con el ciudadano de a pie, independientemente de su visión, ‘amateur’ o profesional; estrechando lazos con ese apasionante universo de sensaciones. ¿A qué se debe esa conversión gastronómica se preguntarán? A Umami, Escuela de Sabor. Un centro de ocio gastronómico a 360 grados que nació en junio de 2016 para brindar experiencias tanto en el plato como en una copa de vino o en una de cóctel, porque el disfrute se sirve en diferentes disciplinas.
Una diversión, ya anunciada por su propia denominación, que tiene un origen japonés. ‘Umami’, que significa delicioso o con sabor intenso, da nombre a ese quinto sabor que por su esencia placentera no encuentra un vocablo más apropiado para ser descrito.
Sensación de éxtasis elevada aún más por esa visual al mar Cantábrico que se contempla desde los amplios ventanales de este espacio, ejerciendo como un potenciador natural de sabor de lo que se “cuece” en su interior.
Los hermanos Cortina, Borja y José Antonio, y Guillermo Rodríguez han dado vida a este atractivo y pionero proyecto en la ciudad, que además muestra unos claros valores añadidos con respecto a otros centros gastronómicos ubicados en otros puntos geográficos. “Nos basamos en varios pilares -comenta Guillermo Rodríguez, durante nuestra agradable conversación-. El primero consiste en generar la mayor cantidad de contenido posible y de lo más variado; es decir, en tener una oferta gastronómica tan extensa que el cliente encuentre todo lo que se le ocurra. Ya hemos realizado más de treinta cursos, los cuales se pueden repetir en cualquier momento tanto a nivel público como privado. Por otra parte, contamos con un equipo bastante importante también en colaboraciones. Por ejemplo, respecto a la coctelería, los amplios conocimientos del Mejor Bartender de España en 2015 por la ‘World Class Competition’, Borja Cortina, del Varsovia Gijón, en esta materia y en tema de formadores, es esencial; incluso querríamos hacer un curso profesional sobre el ‘bartending’. Asimismo, en cuanto a la enología se refiere, tenemos un ‘partner’, el Grupo Coalla, un gran distribuidor de vinos y bebidas a nivel nacional, además de poseer una tienda ‘gourmet’ en Gijón, que nos ha ayudado mucho a impulsar la cantidad de contenidos generados entorno al vino y demás productos. Un complemento extraordinario a sumar a nuestra parte de cocina y coctelería. Nuestro centro ofrece una gran diversidad de formación tanto de cocina, coctelería, vinos, demás bebidas y productos, también con la realización de catas incluso de quesos, cervezas artesanales, conservas especiales, etc.”.
Y es que en este bonito local de unos 300 m2 divididos en dos plantas y con diez metros de cristaleras mirando a la playa de San Lorenzo, que cuenta con una cocina abierta de 50 m2, un salón polivalente, un área con estaciones de coctelería, espacio de aulas teóricas o zonas de estar, como señala Guillermo, acoge distintas actividades llevando al alcance de la mano de los clientes sus deseos hechos realidad. “Nuestro objetivo es acercar a todo el mundo las diferentes gastronomías. Intentamos hacer cursos de cocina temática; de hecho, los hemos realizado de cocina tailandesa, china, japonesa, hawaiana, peruana, mexicana, hindú… En fin, de cosas que no son habituales y que no son fáciles de encontrar en Asturias, aunque también se han realizado de cocina de la abuela. Además hemos llevado a cabo clases de pescados, carnes, pastas frescas y sus salsas, o de cocina vegetariana, afirma este autor del proyecto.
Cursos que también se extienden al conocimiento de la elaboración de pan con masa madre o incluso tienen previsto uno de cortadores de jamón, como apunta Guillermo. En definitiva, conocimientos culinarios de los que también pueden participar los más pequeños de la casa.

 

 

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