Transparente se presenta. Dejando adivinar lo que encierra en su interior. Una fuerte personalidad y un fiel reflejo de su tierra, la localidad vallisoletana de Rueda, enarbolan al vino Aura Verdejo 2013. Además, la etiqueta de la botella en la que se presenta, con sus colores azul noche y nácar, anuncia que su esencia se ha cosechado de noche. Una variedad, la uva Verdejo, a la que le gusta salir al ponerse el sol. Coronada como reina de la Denominación de Origen Rueda, es una uva blanca de bayas pequeñas, que suele tratarse sola en vinos monovarietales. Su recolección nocturna, entre las 22.00 horas o la medianoche hasta las 07.00 horas de la mañana, protege a los mostos de las oxidaciones y, por tanto, los aromas varietales; además de ayudar a conducir la fermentación. “Con Aura hemos logrado un blanco sublime, de una increíble elegancia y una boca con gran cuerpo. La variedad autóctona Verdejo, una de las pocas que se ha escapado de la homogeneización varietal, es la que da a este vino toda su personalidad”, afirma Teresa Rodríguez, enóloga de Aura.
Una bodega, dedicada a la elaboración de vinos blancos de alta expresión en exclusiva, que ha dado un impulso cualitativo a su referencia emblemática Aura Verdejo. De hecho, la añada 2013 es resultado de un minucioso trabajo en viñedo y elaboración, que da lugar a un vino de marcada personalidad y expresión.
Aura Verdejo se elabora con la uva cultivada en dos parcelas de mayor potencial como son la finca Los Llanos, con un viñedo de más de 20 años de antigüedad, y la finca La Avutarda, con un viñedo de 10 años. Su gran trabajo se inicia en las cepas tratando de que los racimos de uva queden poco expuestos al sol para que el color y el aroma no se vean perjudicados y se obtenga un vino menos expresivo, ya que los componentes aromáticos de la Verdejo se encuentran en el hollejo.

 

 

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