Ofrecer lo mejor a 360º es el espíritu de este establecimiento que abrió sus puertas hace un par de años en el barrio del Antiguo de San Sebastián. Su extenso surtido de ‘pintxos’ y raciones, además de sus numerosas referencias vinícolas deleita a los comensales

Abrió sus puertas en marzo de 2018 en una buena zona de San Sebastián, en el barrio donostiarra del Antiguo, cerca de la playa de Ondarreta, y con un claro objetivo: “ser lo más de lo más”, como manifiesta Miryam Pérez durante nuestra agradable conversación. 

Miryam y Carlos Estevez, propietario del local, se liaron la manta a la cabeza dando forma a este proyecto personal. Se lanzaron a la pista no sin red, les avalaba la dilatada trayectoria de ambos en el campo de la hostelería. Además, Carlos también posee una distribuidora de productos de alimentación y bebidas desde hace años, Kapela Gourmet Selección. 

Pisando terreno conocido, desde el primer momento trazaron el camino del Bar Kapela: una senda de exclusividad. “Ofrecer muy buen producto, de primera calidad, la mejor atención y servicio a la clientela, garantizar un perfecto cuidado y limpieza del local, así como de las instalaciones del mismo, para hacer que la gente se sienta a gusto, como en su propia casa”, detalla Miryam Pérez.  

La excelsa materia prima que utilizan y la variedad de sus propuestas gastronómicas, tanto en modalidad de ‘pintxo’ como de plato propiamente dicho, son elementos distintivos del local. “Realizamos una cocina de calidad con mucho producto de temporada; cuando es la época del guisante lágrima, tenemos platos con ellos, lo mismo cuando es la del bonito, de los hongos o de la trufa… además contamos con mucho pescado fresco del mercado, una amplia gama de ahumados o productos ibéricos 100%”. 

Por ejemplo, en cuestión de ‘pintxos’ ofrecemos de bacalao confitado, de sardina ahumada con vinagreta, zarzaparrita y flores, morcilla de olano, croquetas, ‘pintxo’ donostiarra (bonito, anchoa y guindilla), taco de salmón, tartar de salmón, ‘steak tartar’ de vacuno Premium de vaca gallega, de tortilla de patata…”.

Leer el artículo completo en la revista