La Azotea del Círculo de Bellas Artes, la Azotea Forus Barceló, el nuevo restaurante del Museo Reina Sofía, Nubel, y Picalagartos Sky Bar, en el hotel NH Collection Madrid Gran Vía conforman Azotea Grupo. Manuel Berganza será el nuevo chef ejecutivo de este grupo de restauración

El amor por la buena gastronomía se propuso vestir los platos de singulares y emblemáticos lugares de la capital. Corría el año 2013 y esa pasión venía firmada por la periodista Cristina Lasvignes y su marido José Manuel García, economista de profesión, que se unieron al chef Javier Muñoz-Calero

Se propusieron llevar el aroma y el sabor de unas recetas a los bonitos tejados de Madrid, los que a partir de entonces, además de espectaculares vistas, también ofrecerían un deleite gastronómico. “Quisieron hacer en Madrid una terraza distinta en altura cuando todavía no había ninguna. Comenzaron realizando una apuesta original y arriesgada en el Círculo de Bellas Artes cuando era simplemente un mirador turístico. Presentaron la propuesta y funcionó y la temporada de verano de 2013 fue un auténtico ‘boom’, tanto por parte de los turistas como por el público madrileño”, comenta María Fernández, directora de comunicación de Azotea Grupo.

Esta azotea es un remanso de paz y tranquilidad, sin ruidos, en pleno centro de la ciudad, acompañado por atractivas recetas. Un lujo al alcance de todos.

Desde ese verano, la fisonomía de la azotea ubicada en la séptima planta de ese mítico edificio cambió. No solo la vista se recreaba, también lo hacía el paladar. “El primer año se apostó por hacer un proyecto a 360 grados. El interiorismo, -el mobiliario y la disposición de los espacios-, estaba muy enfocado a las calles, a ver Madrid y sus atractivos principales. En la propuesta gastronómica se hizo un guiño al ‘street food’, que en esos años no estaba tan de moda. El chef hizo una recopilación de las mejores cocinas callejeras de todo el mundo y elaboró una carta muy divertida. ‘Finger food’ sobre todo, en una carta muy de picoteo, que se podía comer con los dedos; algo rápido, rico y muy original, enfocado en vivir la calle. Con los años, esa oferta fue variando en atención a la demanda del público que quería cocina española. Por tanto, se dio un giro hacia el Mediterráneo y hacia lo que se puede comer en un buen chiringuito en la playa como salmorejo, pescados, sopas frías, ensaladas refrescantes…

Pero en temporada de invierno se proponen platos muy básicos para comer rápido como sándwiches, por ejemplo”, señala la directora de comunicación.

Y no hay que dejar a un lado los completos desayunos que ofrecen. “En el Círculo, la oferta sigue una línea clásica como una tostada con virutas de jamón ibérico, huevos revueltos, etc.”, menciona.

Azotea Grupo no quiso que la azotea del Círculo de Bellas Artes fuera hija única. Tres años más tarde, subieron a una terraza de la zona de Tribunal. “En la primavera de 2016 se dió el salto a la Azotea Forus Barceló, del mercado de Barceló, teniendo como ‘partner’ a los gimnasios Forus. En principio se ideó una carta dirigida al público del gimnasio, proponiendo una gastronomía ‘healthy’, muy enfocada al deportista. Enfoque que se fue ampliando, porque empezó a venir público de todo Madrid que quería probar las ensaladas, los fideos de calabacín con pesto de Kale, los cuales se han seguido manteniendo en la carta. Incluso los desayunos que se ofrecen contemplan una mayor variedad de panes, integrales, aguacate, selección de ‘smothies’… A su vez, en invierno, la carta da un giro hacia una ‘trattoría’ italiana, hay ‘pizzas’, tablas de ‘antipasti’, etc. Y, en esta época, se transforma en una especie de refugio de estación de esquí con mantitas, sillas forradas de pelo, alfombras, incluso tenemos una falsa  chimenea”, argumenta.

 

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