Pureza. Es posiblemente la característica más destacable de las aguas minerales. Líquido elemento exento de toda mezcla, libre de toda imperfección. Simple, pero efectivo y natural. Un trago de salud y bienestar al alcance de todos, disponiendo de mil y una opciones. Las aguas minerales naturales son, según Irene Zafra, secretaria general de la Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebidas Envasadas (ANEABE), “aguas de origen subterráneo, protegidas contra los riesgos de contaminación, bacteriológicamente sanas y con una composición constante en minerales y otros componentes, lo que les confiere propiedades favorables para la salud”. Junto con las aguas de manantial y las aguas preparadas forman la liga de las aguas envasadas. “En España existen más de 100 tipos distintos de aguas minerales. Cada agua mineral natural o de manantial es única porque cuenta con una composición mineral distinta a las demás y que mantiene constante en el tiempo”, explica Zafra de ANEABE.
El mercado español de las aguas, en palabras de Jaime Lecuona, ‘client Business partner’ de Nielsen, “es muy dinámico. Ha sabido posicionarse muy bien con respecto a la tendencia del consumidor de buscar productos que percibe como saludables. Es una categoría que ha ganado más espacio en el lineal y con líneas de crecimiento claras, como pueden ser los productos de valor añadido, como las aguas con sabores, y los formatos más económicos y de ‘convenience’, como las garrafas”.
Según la estadística de producción anual elaborada por ANEABE, “la producción de aguas envasadas en España alcanzó los 4.926 millones de litros durante 2014, lo que supone un crecimiento de cerca de 4,4 respecto al año anterior. Aproximadamente un 30% de estos litros son comercializados en Horeca”, desgrana Irene Zafra.

 

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