La crisis sanitaria de la Covid-19 ha hecho que se controle al máximo la manipulación de alimentos, incluido en las máquinas de zumo, donde los profesionales buscan exprimidores con la menor manipulación posible.

Todos los sectores que dependen de la hostelería se han visto afectados por la crisis que vive el sector a causa de la pandemia, pero también por los cambios en los hábitos de consumo y de trabajo que han marcado las directrices sanitarias para hacer frente. Y los zumos de fruta no iban a ser una excepción.

La mayoría de las empresas han mejorado sus sistemas, en la línea que se venía haciendo desde antes de la pandemia, para que el proceso de exprimir sea lo más automatizado posible, minimizando al máximo el contacto y la manipulación de la fruta y del propio zumo.

“En el caso de Mizumo, nuestros exprimidores son aparatos que permiten al usuario tener contacto cero con el alimento, y eso, unido a un buen proceso de utilización, da como resultado una excelente higiene. El protocolo de actuación que recomendamos al usar nuestras máquinas es muy sencillo, se basa en limpiar las naranjas antes de colocarlas, siempre usando guantes higiénicos, siendo el resto del proceso automático sin la necesidad de manipular el producto inicial (la naranja) o el resultado final (el zumo recién exprimido). 

Pulsando tan solo un botón, la máquina coge las naranjas una a una, las corta, las exprime y saca el zumo, que, por cierto, es rico en vitamina C y refuerza el sistema inmunológico, ahora con todo lo que está sucediendo, nos viene de maravilla”, explican desde Mizumo.

De la misma opinión es Zummo, otra de las compañías especializadas, quien advierte de que “una consecuencia de la actual pandemia es que el consumidor exige la máxima higiene en cualquier ámbito, pero más si cabe en lo relacionado con la alimentación. Y es a lo que hemos evolucionado, incorporando funcionalidades que minimizan la manipulación de la máquina por parte de clientes y usuarios”.

Protocolos de seguridad durante todo el proceso. “Siempre hemos tenido incorporadas estas características ya que las consideramos algo muy importante, con y sin Covid-19, pero trabajamos con unos criterios de seguridad e higiene muy estrictos bajo la supervisión de un laboratorio especializado. Hemos usado un eficaz producto enzimático bactericida capaz de acabar con todo tipo de gérmenes y patógenos, el cual sigue actuando durante días, o incluso semanas después de su aplicación, lo que nos permite enviar el exprimidor al cliente totalmente desinfectado”, aclaran en Mizumo.

Este producto que aplican y que ha sido analizada su eficacia por un laboratorio especializado se mantiene durante todo el proceso logístico hasta que el aparato llega al bar, restaurante u hotel, por lo que al final el exprimidor resulta absolutamente limpio y seguro desde su arranque.

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