No se le puede objetar nada. De tonalidad clara, tostada u oscura se presenta, regalando con su ingesta propiedades saludables a raudales. “Elaborada a partir de ingredientes naturales como el agua, la cebada y el lúpulo, tiene un bajo contenido calórico (45 kcal/100 ml) y posee diversos nutrientes: vitaminas del grupo B (especialmente ácido fólico), fibra y minerales (silicio, potasio, magnesio y poco sodio). En los últimos 25 años se han publicado numerosas investigaciones científicas que confirman su actividad antioxidante y, por tanto, sus beneficios sobre las enfermedades cardiovasculares, la salud ósea, la mejora del sistema inmune, preferiblemente cuando se consume en compañía de alimentos y en el marco de una alimentación sana y equilibrada como la dieta mediterránea”, detallan desde Cerveceros de España.No sólo buenos atributos sanos para el organismo proporciona esta bebida, sino también para la economía del país. Según Cerveceros de España: “en términos de valor añadido, la cerveza aporta a nuestra economía unos 5.900 millones de euros y su valor en el mercado alcanza los 12.600 millones de euros, lo que supone un 1,2% del PIB. Más del 90% de las cervezas consumidas en España son de producción nacional, lo que repercute directamente en nuestra economía, ya que en su elaboración se emplean el lúpulo y la cebada nacionales. No es de extrañar esta preferencia por las cervezas nacionales teniendo en cuenta la gran variedad de tipos de cerveza en el mercado, una oferta que las marcas españolas están ampliando cada año”.
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