L O C A L E S
BUSINESS
BAR
El najerino Café Pepe es una exhibición de
buena calidad, esmerado servicio y distinción,
con una oferta ‘delicatessen’ para todos los
paladares, haciendo guiños a la sostenibilidad
medioambiental y al campo del arte
U
n mundo
de emoc ión
E
l querer hacer las cosas bien, el
buen servicio, el brindar calidad y
poseer una ambición diferenciado-
ra en el mercado no es sólo patri-
monio de establecimientos ubicados en
grandes ciudades. Poblaciones de menor
tamaño y número de habitantes también
pueden pavonearse de hacer suyo ese ca-
rácter. Porque, precisamente de tempera-
mento, decisión y modo de vida se trata.
Estos son los cimientos que sustentan el
Café Pepe
en la localidad riojana de Ná-
jera, inundada de misticismo y sentimien-
to; toda una serie de emociones que a su
vez provoca el traspasar el umbral de la
puerta de este local, que la abrió por pri-
mera vez en el año 1980, de la mano de
la madre de
David González
, siendo él
quien hoy regenta el negocio junto con
uno de sus hermanos y demás miembros
del equipo que lo componen.
“El Café Pepe era un bar de pueblo de siete
mil habitantes, pero en 1999 hicimos una
reforma que lo modificó todo, excepto el
mostrador y el suelo que son los mismos
del año 80, y apostamos por transformar el
bar en un café. Pretendíamos consolidar-
nos y ser mejores, porque ya teníamos so-
lera para eso. Nos gusta cambiarle la cor-
bata al traje; de hecho, cada año hay algo
diferente en términos de productos y de
decoración”, comenta su anfitrión David
González durante una agradable charla.
¿Qué novedades han introducido este
año?
“En término de productos, ahora que están
de moda los vermús, hemos introducido
los vermús de La Rioja, hemos cogido al-
gún italiano, algún andaluz y tenemos al-
guno catalán. Otra novedad parte de algo
muy asociado a nuestro establecimiento
como son los “playmobil”. Contamos con
un pequeño diorama, que suelo cambiar
cada cuatro o cinco meses, y siempre hay