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B

ar

B

usiness

s e c c i ó n

c o c t e l e r í a

Hace tan sólo tres años que la ‘bartender’ Laura

Durán descubrió su pasión: la coctelería. Tras

pasar por varios locales de la Ciudad Condal

aprendiendo distintos estilos, en un futuro se

ve en trabajando en Nueva York o, por qué

no, abriendo su propio establecimiento

‘mixológico’

L

a historia de la ‘bartender’

Laura

Durán

se refleja en esa aventura

de buscar lo que a uno le apasio-

na. Esta barcelonesa de 33 años,

estudió ‘marketing’ y ha tenido una vida

laboral bastante variopinta, pues trabajó

de mensajera, dependienta, agente de via-

jes, secretaria, recepcionista, camarera…

Toda su vida, sin embargo, ha estado bas-

tante vinculada al mundo de la hostelería.

Pero los avatares de la vida, la llevaron a

trabajar en un despacho de abogados ya

que en aquella etapa no conseguía discer-

nir si la hostelería era lo suyo. Cansada de

la vida monótona, decidió dar un giro a

su vida y pasar una temporada en Nueva

York. Fue al volver América cuando des-

cubrió su pasión. Hace tan sólo tres años.

“Gracias a un amigo, que ya hacía algún

tiempo me hablaba del tema de la coctele-

ría, empecé a trabajar en un bar que tenía

una carta con muchos tipos de ginebra y

sus ‘perfect serve’, además de algunos cóc-

teles. Así inicié mi aventura autodidacta de

aprendizaje, cursos, catas, etc”.

Posteriormente le llegó la oportunidad de

trabajar en una pequeña coctelería “escon-

dida” por las calles del Born. Fue el defi-

nitivo flechazo de Laura con este mundo

coctelero. Así,

Collage Art&Cocktails

y su equipo, consiguieron que Durán

aprendiera a amar su trabajo. “Me con-

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tagiaron su pasión, me empapé de mu-

chísimo conocimiento, sobre destilados,

técnicas, productos ‘home made’, cocte-

lería clásica y molecular… Aprendí una

‘mixología’ precia y original”. Ahora esa

etapa marca su estilo.

Continuando su periplo profesional recaló

en el

Banker’s Bar

del

Hotel Mandarín

barcelonés. “Otro estilo muy diferente, pero

igual de interesante. Un culto absoluto al

detalle y a combinar la coctelería tal y como

la conocía con, tanto productos orientales,

como su filosofía del hacer. Quién me co-

noce un poco, y a mi trabajo, destaca la ori-

ginalidad de las mezclas. Siempre siguiendo

una línea un tanto clásica pero con com-

binaciones muy variopintas. Mi objetivo es

que el cóctel te haga viajar un poquito. Es

decir, que el sabor te haga recordar un lugar,

una persona, o simplemente que te acuer-

des de este día, ese bar, ese cóctel. Siempre

busco la cara de sorpresa del cliente, busco

un viaje de sabores, que siempre oscilan

entre dulces o salados, picantes o amargos.

No me gusta la coctelería llana y previsible.

Intento que el cóctel evolucione según se

consume y, sobre todo, que el cliente desee

repetir. No siempre se consigue, pero ahí

está el aprendizaje”.

No se achanta pensando en su porvenir.

Sueña con poder trabajar en Nueva York

en un futuro cercano. “Soy un amante in-

condicional de esta ciudad, de sus muchas

coctelerías y su método de trabajo, y quiero

seguir aprendiendo”, destaca; no obstante,

el nivel de coctelería que hay actualmente

en España. “En mi caso hablo de Barcelo-

na, que es dónde yo más lo vivo, y es muy

alto. He pasado por algunas competicio-

nes y he tenido la suerte de ver trabajar

y coincidir con ‘bartenders’ excepcionales

de todo el país, que aman lo que hacen.

Hay personas increíblemente buenas en el

panorama de la coctelería española”.

Otro deseo sería el poder abrir su propio

‘Cocktail Bar’ en Barcelona en un futuro

un poco más lejano. “Sólo sé que esto

acaba de empezar. Siento mucha curiosi-

dad por mi trabajo y todo lo que se puede

llegar a hacer. Le dedico mucho tiempo y

nunca me canso. Siempre estoy pensando

en recetas, indagando, descubriendo des-

tilados, licores, ‘bitters’, métodos de des-

tilaciones, combinaciones imposibles…

Hace poco hablaba con una amiga y le

explicaba que ahora entendía a esas per-

sonas, que yo tomaba por locas, que de-

cían que cuando uno ama su trabajo, no

es trabajo. ¡Y, qué razón!”.

Laura Durán lo tienen claro. La adoración

por lo que uno hace puede con todo.

Eva Morquillas

Fotos cedidas por Laura Durán

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ulto